La tensión entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin no se ha disipado del todo tras el divorcio. Aunque Urdangarin recibió una jugosa indemnización de dos millones de euros y una pensión mensual vitalicia, según reveló Juan Luis Galiacho, parece que el dinero no le es suficiente. En los últimos meses, ha insistido en que necesita más apoyo económico, tal y como afirmó el periodista y director de Elcierredigital, utilizando como arma de presión la información que todavía guarda sobre su vida matrimonial con Cristina y sus años dentro de la familia real.

Entre las revelaciones más temidas están las que apuntan al rey emérito Juan Carlos I y sus corruptelas, o las que tienen que ver con secretos sobre la relación de los reyes Felipe VI y Letizia. Sin embargo, lo que más teme Cristina que salga a la luz es el episodio de Bidart, una localidad del País Vasco francés donde la familia había pasado numerosos veranos.

Infanta Cristina a Bidart / EFE

La infanta Cristina no quiere que se sepan los detalles de un enfrentamiento que tuvo con Iñaki Urdangarin

Cristina ha dejado claro a Urdangarin que debe guardar silencio, pero el riesgo de que hable sigue presente. Si decide romper su compromiso de discreción, podría poner en jaque no solo la reputación de su exesposa, sino también la de figuras clave como Felipe VI y Juan Carlos I.

Lo que Cristina no quiere que se cuente es cómo perdió los nervios con Iñaki cuando descubrió su infidelidad con Ainhoa Armentia. En diciembre de 2021, poco antes de que se hiciera pública su relación con Ainhoa, Urdangarin fue sorprendido por la infanta en Bidart. Cristina ya había sido advertida de que su matrimonio estaba en peligro, pero al recibir un aviso sobre la existencia de fotografías comprometedoras, decidió enfrentar la situación cara a cara.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / GTRES

Dilema entre pagar o poner en juego su imagen

El encuentro entre Cristina e Iñaki en Bidart fue tenso y caótico. La infanta perdió los nervios, incapaz de contener los celos y la rabia al ver con sus propios ojos lo que ya sospechaba: su esposo tenía una nueva pareja. El enfrentamiento fue tan intenso que se temió por que las cosas se salieran de control.

Cristina no quiere ceder a las presiones de Iñaki. Considera que la verdadera víctima en todo este episodio es ella y no ve justo que tenga que remunerar a su ex marido. Sin embargo, teme que los detalles de aquella pelea salgan a la luz, lo que le generaría un impacto emocional y personal, así como un agravio para su imagen pública y la de la monarquía española. Por ahora, el futuro de este silencioso pulso entre Cristina y Urdangarin sigue siendo incierto. Pero la hermana del rey sabe que cualquier filtración sobre Bidart podría convertirse en un nuevo escándalo mediático que la devolvería a la casilla de salida en la superación del que ha sido uno de los episodios más duros de su vida.