Desde que Irene Urdangarin dejó de residir en Ginebra, su madre, Cristina de Borbón, ha incrementado la frecuencia de sus visitas a España. Sus hijos se distribuyen entre Barcelona y el Reino Unido, aunque Miguel e Irene suelen viajar con regularidad a Madrid para encontrarse con sus parejas. Ambos iniciaron sus relaciones amorosas cuando vivían en el Palacio de la Zarzuela junto a la reina Sofía, y ahora tienen la intención de regresar allí.

A pesar de trabajar en remoto, la infanta sigue manteniendo una fuerte conexión con la ciudad de Barcelona. A menudo viaja a la capital catalana por compromisos laborales y reuniones, pero también aprovecha sus estancias para compartir almuerzos y cenas con su círculo cercano de amigos, poniéndose al día sobre sus respectivas vidas. En cada visita, su alojamiento preferido es el AC Victoria Hotel, donde suele hospedarse en sus exclusivas suites. Dentro de los círculos de la burguesía catalana, Cristina de Borbón es una figura bien conocida y respetada, y se desenvuelve con soltura en los ambientes más selectos de la sociedad.

Infanta Cristina
Infanta Cristina

Recientemente, ha adquirido un apartamento en el prestigioso barrio de Pedralbes, el cual actualmente se encuentra en proceso de renovación integral. Aunque este hecho podría indicar su intención de establecer una residencia más permanente en la ciudad, por ahora sigue prefiriendo la comodidad de los hoteles en sus estancias.

En el plano sentimental, la infanta ha optado por mantenerse en la soltería, siguiendo los pasos de su hermana, la infanta Elena. Si bien no se le ha visto en actitudes afectuosas con ningún hombre en público, a lo largo de los años ha sido relacionada con un atractivo empresario catalán. Sin embargo, hasta la fecha no ha confirmado ninguna nueva relación amorosa. Su separación oficial de Iñaki Urdangarin se produjo hace dos años, y el proceso de divorcio, que estuvo marcado por una intensa batalla legal, se resolvió hace apenas unos meses.

Ahora que ha retomado su vida de soltera y se la ha visto en compañía de diferentes hombres, la Casa Real ha intensificado su vigilancia para evitar posibles escándalos. Esta preocupación se debe en parte a su antigua relación con el fallecido deportista Jesús Rollán, un romance que en su momento generó cierto malestar en la familia real.

Según se relata en el libro “Jesús Rollán: Eterno”, escrito por Francisco Ávila y Alberto Martínez, la infanta Cristina estuvo profundamente enamorada del carismático waterpolista, incluso más que de quien fuera su esposo durante casi 25 años. Sin embargo, la relación no prosperó, ya que Rollán tenía pareja y nunca correspondió los sentimientos de la infanta de la manera que ella esperaba. No obstante, de aquella conexión nació una amistad muy estrecha, la cual, de manera indirecta, llevó a Cristina a conocer a Iñaki Urdangarin.

Juan Carlos I rompió la relación de la infanta Cristina con Jesús Rollán 

A pesar del afecto que la infanta sentía por Rollán, la Casa Real nunca aprobó del todo esa amistad. Su carácter extrovertido y su espíritu rebelde no encajaban con la imagen que querían proyectar para la hija de los reyes eméritos. Uno de los episodios que más preocupó a la seguridad de la familia real ocurrió una noche en la Diagonal de Barcelona, cuando Jesús Rollán, en un intento de despistar a los escoltas, se saltó varios semáforos en rojo mientras conducía con Cristina en su coche. Este incidente generó un llamado de atención por parte de los guardaespaldas de la infanta, quienes le pidieron que le advirtiera al deportista para que no repitiera acciones de ese tipo.

Hoy en día, la infanta Cristina sigue adelante con su vida, centrada en su trabajo y en sus hijos, sin confirmar si en algún momento decidirá rehacer su vida amorosa de manera pública.

Jesús Rollán
Jesús Rollán