La vida de Irene Urdangarin, hija de la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin, sigue generando preocupaciones entre los miembros de su familia. Tras una serie de dificultades académicas y personales, la joven decidió retomar sus estudios en Londres, matriculándose en una carrera de Organización de Eventos con la esperanza de encauzar su futuro. Sin embargo, su estancia en el Reino Unido ha estado marcada por hábitos que están empezando a alarmar a sus seres queridos, especialmente a su hermano mayor, Juan Urdangarin.
El recorrido académico de Irene no ha sido fácil. Comenzó enfrentando problemas para superar el bachillerato en Ginebra y fracasó en su intento de ingresar en la prestigiosa Universidad de Lausana para estudiar Administración y Dirección Hotelera. Tras este revés, regresó a España, donde decidió tomarse un año sabático. Durante ese tiempo, su vida giró en torno al ocio y la vida social madrileña, iniciando además una relación con Juan Urquijo.
Irene Urdangarin arrastra sus problemas desde Ginebra hasta Londres
Aunque participó en un voluntariado en Camboya durante tres meses, este periodo fue visto como un tiempo de desenfoque y falta de objetivos. Presionada por su madre, Irene decidió dar un paso hacia adelante y matricularse en una universidad en Londres, buscando un nuevo comienzo en el ámbito académico.
No obstante, los problemas persisten. Según fuentes cercanas, Irene ha mantenido los hábitos de vida nocturna que adquirió en Madrid, influenciada por su prima, Victoria Federica. Ahora, en Londres, las salidas frecuentes y el ambiente social de la ciudad parecen haber captado su atención, alejándola de sus responsabilidades académicas.
Juan Urdangarin, muy preocupado por la vida que lleva Irene
Esta situación ha causado tensiones en la familia, especialmente entre sus padres. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han recibido avisos sobre el comportamiento de su hija, pero quien parece más alarmado es Juan Urdangarin, el hermano mayor de Irene. Juan, que también reside en Londres, ha sido testigo directo del estilo de vida que está llevando su hermana. Aunque Irene estudia en Oxford, pasa gran parte de su tiempo en Londres, entregada a una intensa vida social que podría comprometer su rendimiento académico.
Preocupado por la situación, Juan ha tomado la iniciativa de comunicarse con su madre, la infanta Cristina, expresando su inquietud por el bienestar de Irene. Además, ha pedido a su padre, Iñaki Urdangarin, que intervenga para tratar de encauzar el comportamiento de su hermana. Juan teme que estos hábitos puedan interferir seriamente con su futuro.