“No me consta”, eran las únicas declaraciones de la infanta Cristina cuando tuvo que sentarse en el banquillo de los acusados por el caso Noós. La familia real quedó totalmente rota tras esta trama de fraude fiscal. Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres fueron los únicos que pagaron el alto precio. El exduque entró en prisión para limpiar la imagen de la corona, totalmente dañada. Felipe VI, en una medida de urgencia, obligó a abdicar a Juan Carlos I, ya que éste salió salpicado porque sabía demasiadas cosas, aunque gozaba de la ley de inviolabilidad y no se le pudo juzgar por nada, todo eran suposiciones. El emérito controlaba todos los pasos del marido de la infanta Cristina en esta trama.
Iñaki Urdangarin se siente dolido con Juan Carlos I y Casa Real. Ingresó en prisión por culpa del entonces monarca. Era una forma de demostrar que la justicia era igual para todos. No paraban de surgir especulaciones sobre la familia real. Algunos apostaron por hacer desaparecer la corona en España.
El exduque de Palma no perdona, y mucho menos ahora que ya no está ligado con la institución. Ahora pide una importante cantidad de dinero y varias comodidades como perdón. Juan Carlos I no ha discutido ni una sola coma. Sabe que no puede negarle nada, de hecho él será quien corra con todos los gastos.
La infanta Cristina no quiere mantener a Iñaki Urdangarin por su silencio
"Hay una complicación fundamental. Este acuerdo pasa por firmar un convenio regulador y, al tener los hijos mayores de edad, aunque algunos son dependientes; estaría sobre todo a falta de la firma por cuestiones económicas”, reveló Paloma García-Pelayo.
"En el caso del todavía matrimonio, se acogerían a la ley que en 2015 reformó la ley del divorcio que se puede hacer ante notario, que es la jurisdicción voluntaria, pero exige también que vayan personalmente, firmen con asistencia de abogado y que sea en un territorio competente”. Paloma desveló entonces: "Me dicen, como novedad, que es muy probable que sea en Ginebra, que es el último domicilio conyugal del matrimonio. Podría ser en Vitoria como domicilio de él, pero no veo yo a la infanta firmando en Vitoria con todo lo que supone. En Barcelona tampoco porque tiene que ser el último domicilio que han tenido”.
Según la periodista, la infanta Cristina no está dispuesta a soportar una humillación pública. "El problema económico es porque Iñaki Urdangarin tiene que recibir una asignación o compensación por parte de la infanta Cristina, por la diferencia patrimonial y de circunstancias económicas, y ahí es donde el acuerdo está siendo un poco más lento o complicado”.
Paloma desveló entonces: "La Infanta no está dispuesta a financiar la vida del que hasta ahora es su marido después de que haya empezado una relación sentimental con otra mujer y tiene otra vida”.
Si no se cumple con sus requisitos, Iñaki Urdangarin podría romper su silencio y finalmente explicar toda su experiencia en Casa Real a través de su libro de memorias. La infanta Cristina saldría salpicada en este turbio asunto. Se libró en su momento por pertenecer a la corona.