La infanta Cristina se ha comprado un piso en la zona alta de Barcelona, en el mismo edificio que compartió su amor con Iñaki Urdangarin, pero por ahora está en obras, su residencia habitual continúa siendo Ginebra, donde ha vivido la última década. Es una estrategia clave por parte de los Borbón para la herencia de Juan Carlos I. Al residir el emérito en Abu Dabi y ella en Suiza, su herencia no pasará por las manos de la Hacienda Pública. Tampoco la parte de la infanta Elena, ya que Froilán ejercería de testaferro.
Juan Carlos I viaja en muchas ocasiones a Ginebra para visitar a su equipo médico por sus problemas de movilidad, como esta última semana. Allí está acompañado por la infanta Cristina, aunque no se queda en su casa, sino en el Hotel Four Seasons de Ginebra o en la casa que le cedió a Marta Gayà en Cologny. La infanta Cristina ha acompañado a Juan Carlos I y a Marta Gayà en estos días tan complicados. Las infantas ya han demostrado en más de una ocasión la buena relación que existe entre ellas y la pareja de su padre. La empresaria mallorquina mantiene una relación con él desde hace más de una década. Es la única mujer que no le ha engañado ni traicionado, aunque el emérito le ha sido infiel en algunas ocasiones, pero ella se ha mantenido a su lado como la reina Sofía.
Marta Gayà es una más en la familia Borbón
Juan Carlos I tiene en su herencia a sus dos hijas, Elena y Cristina, a la reina Sofía, para que Felipe VI pueda heredar parte de su patrimonio a través de ella y como agradecimiento a su amor y servicio, y a Marta Gayà, la única heredera de las mujeres que han conquistado su corazón en toda su historia.
Marta Gayà ha estado en los cumpleaños de Juan Carlos I y en algunos de los actos familiares. Normalmente vive en Ginebra, pero también se queda largas temporadas en Abu Dabi con el emérito. Tiene una excelente relación con las infantas Cristina y Elena, y es que las hermanas de Felipe VI están muy felices de ver a su padre tan feliz al lado de la mallorquina. Es una más en la familia.
