Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón habrían llegado finalmente a un acuerdo y por fin se habría hecho efectivo el divorcio, aunque todavía quedan algunos flecos por pulir. En las próximas semanas, tras las navidades, se haría efectivo el esperado divorcio. Un proceso que ha tenido en vilo a los medios de comunicación durante dos años, y es que los protagonistas de esta historia no conseguían llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Las peticiones del exduque de Palma eran demasiado exigentes y no estaba dispuesto a ceder. Echa la culpa de su ingreso en prisión a Juan Carlos y a la corona, y por este motivo tenía claro que iba a beneficiarse de haber formado parte durante más de dos décadas de la monarquía española. Podía hablar largo y tendido y conseguir el fin de la corona española. El emérito no iba a permitir eso, así que estaba dispuesto a concederle todos sus deseos, o casi todos.
Finalmente, Juan Carlos convenció a la infanta Cristina, que a día de hoy todavía se encuentra humillada y traicionada. No perdona al padre de sus hijos, pero tampoco puede borrar de su mente esos momentos en los que fueron tan felices. Iñaki Urdangarin ya habría recibido los dos millones de euros en concepto de indemnización para mantener su silencio, es la cantidad que le ofreció una editorial por un libro con sus memorias al que finalmente renunció. También ha visto como su sueldo de 6.000 euros se aumentaba a los 25.000 euros. Aunque ha perdido su escolta y el acceso a las casas reales, así como otros beneficios. Sin embargo, todavía hay un dilema entre el matrimonio.
Iñaki y Cristina, peleas por la casa de Bidart
No se ha llegado a un acuerdo con la casa de Bidart, que a día de hoy se encuentra a nombre de ambos. La compraron juntos Iñaki y Cristina, y disfrutan de ella los dos, aunque por separado, ya que evitan verse. De hecho, los cuatro hijos del matrimonio pasaron los primeros días de las festividades con su madre, sin embargo el fin de año lo han pasado con su padre en la costa francesa.
Iñaki Urdangarin se ha alojado con los suyos en el piso de Bidart. La vivienda está situada en una lujosa urbanización con piscina y todo tipo de comodidades a escasos metros del mar. Deben repartirse el 50% de la propiedad, pero por ahora ninguno quiere vender ni está dispuesto a darle su parte.
La infanta Cristina también quería marcharse unos días a desconectar a la costa francesa, y le ha fastidiado descubrir que Iñaki se encontraba en el apartamento con sus hijos, pero peor aún, le ha molestado que Ainhoa Armentia esté con ellos, por fin ha conseguido su propósito. Reunir a la abogada con toda su familia. La hija de la reina Sofía se siente desplazada y humillado, su fin de año en soledad.