Irene Urdangarin ha comenzado una nueva etapa lejos de su familia, específicamente en Camboya. Recientemente, una revista de renombre publicó las primeras imágenes de la hija de la infanta Cristina disfrutando de un paseo en bicicleta, marcando así el inicio de su viaje como cooperante. Siguiendo el ejemplo de su hermano Juan, Irene ha optado por un recorrido similar, comprometiéndose con una organización no gubernamental.
La prima de Victoria Federica ha optado por tomarse un año sabático para reflexionar sobre su vida. Tras finalizar sus estudios de bachillerato internacional en junio pasado, tenía planes de ingresar a la prestigiosa Universidad de Lausana, en Suiza, para estudiar Administración y Dirección Hotelera, una de sus mayores aspiraciones. A pesar de haber completado unas prácticas en un hotel durante el verano, lo cual era requisito para las pruebas de acceso, Irene no logró aprobarlas, lo que le impidió acceder a la universidad.
Ante la frustración de no poder cumplir su sueño académico, Irene, asesorada por su madre, la infanta Cristina, ha decidido embarcarse en una experiencia como cooperante, además de dedicar tiempo a obtener su licencia de conducir y mejorar sus habilidades lingüísticas. A diferencia de sus hermanos, Irene no ha demostrado un buen desempeño académico, habiendo suspendido el examen de conducir en tres ocasiones y no mostrando interés por aprender idiomas.
La infanta Cristina intentó sobornar a la universidad
A pesar de su bajo rendimiento escolar, la infanta Cristina ha salido en defensa de su hija, argumentando que ha pasado por momentos difíciles debido a la separación de sus padres. Según informes de 'Monarquía Confidencial', tras el fracaso en su intento de ingresar a la escuela hostelera, Irene ha comenzado a considerar otras opciones profesionales para su futuro cercano. Aunque la infanta Cristina prefiere que su hija continúe con su formación universitaria, aún está tratando de persuadirla para que siga este camino.
La infanta Cristina intentó influir en la admisión de Irene a la Universidad de Lausana, incluso llegando a reunirse con la dirección del campus para negociar su ingreso. Sin embargo, la universidad se mantiene firme en sus estándares de excelencia académica y no se deja influenciar por presiones externas. A pesar de los intentos de la madre de Irene por asegurar su ingreso, la universidad no cede ante este tipo de intentos, demostrando su integridad y su compromiso con la calidad educativa.