Juan Carlos I sabe que tiene una edad avanzada, aunque se encuentre bien de salud es consciente que su final está cada vez más cerca. De momento se queda en Abu Dabi por decisión propia. Le compensa a su fortuna el sistema fiscal de los Emiratos Árabes. No obstante, le encantaría pasar sus últimos años de vida en España. Sería una deshonra morir fuera de su país. El emérito empieza a “arreglar papeles”. En su última visita a España quería vender unas propiedades de Cataluña y Galicia. Su intención es quedarse solo con dinero, no propiedades. Le interesa solucionar las cosas a Elena y Cristina cuando él se muera. Ellas serán las únicas herederas, ya que Felipe VI renunció a su parte de herencia tras sus implicaciones por fraude fiscal. También lo hizo Leonor. Se estima que el exmonarca tenga un patrimonio valorado en 1,8 millones de euros, es decir que las infantas se repartirán unos 900.000 euros cada una.
Felipe VI no quería nada de Juan Carlos y Letizia no quiere verle ni en pintura. Ha conseguido librarse de toda su familia política, pero sabe perfectamente que el dinero del emérito se esconde en Zarzuela. Ese es el gran miedo de la infanta Cristina, que ese dinero no salga de ahí. El marido de Sofía no piensa beneficiar a la mujer de su hijo, por ello quiere dejar todo bien atado antes de que sea demasiado tarde.
Los cinco millones con los que volvía Juan Carlos están en Zarzuela
"A veces va con cinco millones. El dinero está en Zarzuela, allí tiene una máquina para contar billetes, que yo lo he visto con mis propios ojos. Se pone como un niño. A lo mejor es porque no ha tenido dinero de joven", le contó Corinna a Villarejo. Según la versión de la germana, este capital lo pasaría con "protección diplomática", a través de la base aérea de Torrejón de Ardoz. Cada vez que viajaba a países como a Abu Dabi volvía a casa con una maleta repleta de dinero, cinco millones.
Según contó la examante del exmonarca, todo lo pagaría en efectivo y se desglosarían como gastos propios. Además, también aseguró que no entendía "las operaciones" que supuestamente hacía el monarca, porque "eran peligrosísimas".
Una de las reuniones de Corinna Larsen, que tuvo lugar en un restaurante italiano, fue grabada. La alemana también afirmó que "el emérito, con un poco de creatividad, puede tener una vida extraordinaria, pero el dinero es una mala adicción y se mueren por él".
Corinna Larsen se ha convertido en la mayor enemiga del emérito y el mayor problema de Zarzuela. Está dispuesta a acabar con la imagen del exmonarca. Se atreve a revelar infinidad de episodios oscuros de su vida.