La infanta Cristina se ha sentido humillada y traicionada por Iñaki Urdangarin. Ella siente mucho dolor porque estaba muy enamorada y lo había dado todo por él, había renunciado incluso a su propia familia y a la corona. Además, le duele que no haya sido sincero después de tantos años y le haya engañado con otra mujer. Y que para colmo, hayan protagonizado una portada en una revista que dio la vuelta al mundo. La mujer cornuda.
Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin anunciaron en ese momento su separación, empezaron con los trámites de divorcio que se prolongaron más de dos años debido a desavenencias entre ambos. No se ponían de acuerdo, y es que la infanta no estaba dispuesta a facilitar la vida al padre de sus hijos con Ainhoa Armentia, no quería que fuese feliz con ella.
La infanta Cristina no estaba dispuesta a ver feliz a Iñaki con Ainhoa
La infanta Cristina tardó años en quitarse el anillo. Ya oficialmente divorciados, aún se le puede ver con la alianza. La mostraba sin pudor para que se hablase de ello. Y es que a Iñaki Urdangarin siempre le unirán sus cuatro hijos.
La hija de Juan Carlos I y la reina Sofía no levanta cabeza, siempre sonríe cuando está delante de una cámara, pero la realidad es muy distinta. No es feliz. No ha logrado volver a enamorarse de otra persona aunque habría conocido a otros hombres. Su corazón todavía está ocupado por Iñaki Urdangarin, no se lo quita de la cabeza.
Por este motivo, no le soporta verle feliz con Ainhoa Armentia ni saber nada de él, pero siempre aparece en la prensa, y en cualquier momento que abre el teléfono móvil le puede salir alguna noticia de él. Como la que se publicó en la que se pudo ver a sus hijos en buena sintonía con la abogada dando una vuelta por la montaña estas navidades.
Justo el 14 de febrero, un día en el que ellos siempre hacían planes, Iñaki y Ainhoa han vuelto al territorio Borbón, a Palma de Mallorca. Han pasado todo el fin de semana dándose mucho amor. Algo que ha molestado a la infanta Cristina. Cuando se enteró le dio una crisis nerviosa, que preocupó a sus hijos. La ven demasiado sola, y Juan, Miguel e Irene que viven en Reino Unido juntos le han dicho que venga a vivir con ellos, o incluso Pablo, en Barcelona, donde se ha comprado un piso.