La infanta Cristina tiene demasiadas cosas en la cabeza. Sus hijos se han puesto en el foco mediático y se ha descubierto que no son tan estudiosos y responsables como siempre habían aparentado. Su madre se encargó de sacarles de España para que no se hablase de ellos, de esta forma nadie sabría que no son tan diferentes a Victoria Federica y a Froilán, y es que los Borbón nunca han sido muy estudiosos y el trabajo no es algo que tengan como una prioridad de vida.
Cristina se quedó sola en Ginebra y se compró una casa en Barcelona, aunque realmente donde pasa más tiempo ahora mismo es en Reino Unido, donde viven Juan, Miguel e Irene con sus nuevos cambios de vida.
El pasado mes de septiembre, Irene Urdangarin dejó la residencia de la Zarzuela tras pasar un año viviendo con su abuela, la reina Sofía. Luego de un periodo sabático, la menor de los hijos de los Urdangarin decidió retomar sus estudios. Durante su etapa en Ginebra, mientras cursaba el bachillerato internacional, Irene había manifestado su interés en estudiar Administración y Dirección Hotelera en la reconocida Universidad de Lausana. Sin embargo, no logró superar las pruebas de acceso, lo que le impidió ser admitida. Esto la llevó a replantearse su futuro académico.
Con este revés, Irene decidió cambiar de rumbo y trasladarse a España, donde conoció a Juan de Borbón, con quien comenzó una relación sentimental. Este cambio marcó un punto de inflexión en su vida, algo que su madre, la infanta Cristina, tenía muy claro. A pesar de los esfuerzos de Cristina por proyectar una imagen de hijos responsables y aplicados, la realidad parece diferente. Tres de los cuatro hermanos Urdangarin optaron por tomarse un año sabático, mientras que el cuarto hijo continúa jugando en un equipo de balonmano de categoría inferior, sin lograr destacar en este ámbito deportivo.
En un principio, Irene mostró poco interés en continuar con sus estudios. No obstante, la infanta Cristina insistió en que retomara su formación universitaria, considerándolo una cuestión de honor familiar. Finalmente, Irene accedió y se mudó a Londres para estudiar Organización de Eventos en la Universidad de Oxford, coincidiendo allí con su hermano Juan Urdangarin. A pesar de ello, la joven no parece sentirse satisfecha con esta decisión y está considerando abandonar la carrera, incluso después de que la matrícula ya haya sido pagada por completo.
Irene Urdangarin sale con malas compañías, no quiere estudiar
El pasado jueves, Irene Urdangarin salió de fiesta con sus nuevos compañeros hasta altas horas de la madrugada. Estuvieron de fiesta por una de las zonas de moda de Londres. La joven llegó en un estado de embriaguez al piso y cualquier podría haberla visto y fotografiado, una imagen que habría perjudicado a la corona. Irene no está contenta en Reino Unido, quiere volver a España, donde tiene a su pareja, Juan Urqujo. Es una situación desesperante para la infanta Cristina.
Ante esta situación, la infanta Cristina recurrió a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, para intentar convencer a Irene de no abandonar sus estudios. No es la primera vez que el emérito viaja de forma discreta a Reino Unido para ponerse serio con sus nietos. El mes pasado, Juan Carlos I ya se trasladó de manera urgente a Londres, ya que actualmente no tiene permitido regresar a España debido a controversias recientes. Aprovechó su visita para cenar en el exclusivo club privado Oswald’s junto a sus nietos Irene, Miguel y Juan, y su hija Cristina. Durante la reunión, todos intentaron persuadir a Irene de darle una nueva oportunidad a su vida académica y adaptarse a su etapa en el Reino Unido.
En la cena, se pudo observar al rey emérito apoyándose en su escolta, vestido con un elegante traje azul marino y una corbata verde esmeralda. Irene, acompañada por Miguel, llegó en taxi vistiendo un conjunto discreto compuesto por una americana de raya diplomática y un suéter negro. Por su parte, Miguel y su abuelo optaron por trajes azul marino, con corbatas en tonos burdeos y verde, respectivamente. La reunión reflejó el esfuerzo familiar por apoyar a Irene, aunque todavía es incierto si lograron cambiar su postura.