Iñaki Urdangarin está viviendo su primera semana en la cárcel. Su fe le mantendría calmado, por eso, asegurando Pilar Eyre que la oferta de servicios religiosos habría hecho que el exduque de Palma se decantara por el centro penitenciario de Ávila. El asesor espiritual de allí es de los más prestigiosos, un sacerdote que lleva más de treinta años yendo de prisión en prisión para disculpar delitos. Rezando y rezando, pidiendo perdón a Dios y encontrando refugio en su amor: así estaría pasando las tres primeras noches recluido el vasco.
La infanta Cristina y él son muy devotos, yendo regularmente a misa y rezando el rosario cada día. La periodista del corazón va más allá, confirmando que la fe les habría mantenido unidos: "Les ha preparado para afrontar el largo calvario que ofrecen a Dios por el bien de sus hijos".
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La fe puede ayudar, sí, pero no hacer olvidar la situación en la que se encuentran. La primera imagen de la infanta Cristina después de esta pesadilla dio la vuelta al mundo: apareciendo con la cabeza baja, sin peinar y con una cara muy triste.
Pues bien, ahora ha sido su abogado quien ha explicado como la ve en estos primeros días sin el marido. Miquel Roca ha sido preguntado insistentemente por los periodistas, contestando enfadado para que callaran: "Seguro que adivinan Ustedes cómo está. En principio no se lleva bien". Asegura que lo está pasando "mal", pero no ha querido meter el dedo en la herida: "Es un tema tan serio e íntimo que incluso creo que nos da un poco de vergüenza hablar de eso".
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Toda la familia está destrozada. Esta semana, de hecho, se ha evidenciado al aparecer por primera vez el hermano de Urdangarin, Mikel. El empresario salió de casa en bicicleta, dispuesto a seguir con la rutina. Con la cabeza baja, sin querer hacer declaraciones y visiblemente enfadado ante la presencia de la prensa.
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Todos quieren que esta pesadilla pase rápidamente, deseando que los cinco años de condena pasen lo antes mejor. Hasta entonces saben que tienen que seguir con su vida, pendientes del estado de Urdangarin. ¿Apoyarán a la infanta en estos momentos tan duros?
Parece oficial ya que la Infanta se quedará viviendo en Ginebra con los hijos, al menos hasta que acaben el curso escolar. ¿Dónde pasarán el verano, por eso? Ahora la imagen más esperada es la de Cristina yendo a visitar a su marido a la prisión. ¿Llegará o la censurarán?