Si la infanta Elena le tiene un cariño especial al rey emérito Juan Carlos I, la infanta Cristina se lo tiene a su madre, la reina emérita Sofía. De ella ha heredado rasgos como su amor por los animales y la naturaleza. Así lo reveló la periodista especializada en la casa real Pilar Eyre. Es por eso que Cristina es vegetariana. Lo descubrió cuando supo de un hotel en el que se alojaba en Barcelona. Un establecimiento en el que estaban permitidos los perros.

Una faceta totalmente contraria a la reina Letizia. Como ya te hemos contado en EnBlau, a la consorte no le gustan los perros. Echó al jardín Puskin, el perro que Felipe había tenido desde su adolescencia y al que le tenía mucho cariño. Incluso dormían en la misma habitación. Pero Letizia prohibió su presencia por los pasillos del Pabellón del Príncipe. Un destino, el de Puskin, que han seguido otros perros que han pasado por Zarzuela.

La infanta Cristina conoce muy bien la afición oculta de la reina Letizia por matar animales

Pero no solo eso. Cristina ha reconocido en reuniones con sus allegados que la animadversión de Letizia por los animales no se queda en los perros. Bueno, en realidad sí los quiere, pero muertos.

Letizia y Felipe observando la fauna

La infanta Cristina conoce el que es uno de los aspectos que no se cuentan de la reina: su afición a la caza. Una afición que comparte con Juan Carlos, su enemigo público en la monarquía. Esta afición fue corroborada por el periodista Fonsi Loaiza, quien recordó que parte fondos públicos fueron destinados a pagar cotos privados de caza pertenecientes a personas como Abelló, Botín o los March. “La afición de Letizia por la caza y su gasto de más de 70.000 euros en armas”, rezaba el titular de un artículo que recogía que "6,5 millones de euros de dinero público han ido destinados a subvencionar a los cotos privados de caza de Abelló, Botín o los March. A esto los medios de comunicación no lo llaman "paguitas". Los reyes Felipe VI y Letizia son uno de los aficionados al "deporte" de matar animales”.

Aunque la Casa Real no ha compartido imágenes de los reyes practicando la caza, diversos testimonios y reportajes periodísticos señalan su participación en esta actividad. Esta revelación arroja luz sobre una faceta poco conocida de la reina, quien aparentemente aprecia la emoción que proporciona esta práctica.

La casa real esconde la pasión de Letizia por las armas y por matar animales

Loaiza no es el único que confirma esta pasión de Letizia. Pilar Eyre señaló que Letizia, como buena parte de la familia real, tiene un interés particular por las armas. "Hay una atracción tremenda de los Borbones con las armas. A don Felipe le enseñó a disparar su padre… hasta el punto de que Doña Pilar, la hermana de Juan Carlos, llegó un día a Zarzuela y vio a don Felipe disparando a unas latas, el padre le estaba enseñando, ella se echó las manos a la cabeza y le dijo: ‘Juanito, por dios, no otra vez no, acuérdate de nuestro hermano’ y a pesar de eso, continuaron y son grandes cazadores, toda la familia caza. Incluso doña Letizia también caza”, escribió poco después de que heredaran la corona. En la familia ya saben de lo peligrosa que puede ser un arma en manos de Juan Carlos I.

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“Ellos saben la importancia de la imagen, son unos reyes modernos, austeros, que no hacen grandes alardes de nada, van a ir con mucho cuidado y no vamos a ver una imagen de ellos nunca ni con un arma en la mano ni nada. Lo hacían hasta hace poco, no sé si desde que son reyes en ejercicio lo continúan haciendo, pero me dicen que estas vacaciones privadas que se van a veces por ahí, se van a cazar”, añadía entonces. "Tienen armas porque Letizia le regaló una Purdey, al poco tiempo de estar casados. Es un arma, los que entiendan lo saben, para matar animales y se la regaló al cabo de dos o tres años de casados. Regalarle a un Borbón un arma es garantía de fiesta, a Letizia le va la marcha. Es como una lata de gasolina a un pirómano”, zanjaba la cronista.