Los hijos de la infanta Cristina le han dado demasiados quebraderos de cabeza en estos últimos años. Siempre los ha intentado mantener alejados del foco mediático, pero desde que cumplieron la mayoría de edad han ido haciendo sus respectivas vidas y no ha podido evitar que causen problemas. La corona está muy enfadada por el comportamiento de algunos de ellos, especialmente de los más jóvenes, Miguel e Irene Urdangarin.

El año pasado los dos decidieron tomarse un año sabático tras fracasar en sus respectivas formaciones. Irene Urdangarin pretendía estudiar administración y dirección hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, en Ginebra, se quedaría cuatro años más como mínimo viviendo con su madre. Miguel, al no encontrar trabajo en Reino Unido, quiso realizar un curso para ser monitor de esquí, pero en las pruebas sufrió una lesión y tuvo que renunciar a ese sueño temporalmente, así que ambos hermanos se hospedaron en casa de la reina Sofía, en Zarzuela, algo que molesto a Felipe VI y Letizia, aunque no pueden hacer mucho más porque el palacio es de toda la familia.
Miguel e Irene Urdangarin se marcharon a vivir a Londres con su hermano Juan por petición de la infanta Cristina. Felipe VI estaba insistiendo a su hermana para que sus hijos hiciesen las maletas a la mayor brevedad posible. No podían estar unos Urdangarin viviendo en casa y sin hacer nada.
Juan Urdangarin sufrió por el ingreso de Iñaki en prisión
Juan Urdangarin aceptó hacerse cargo de sus hermanos, siempre ha estado pendiente de ellos. De hecho, cuando Iñaki Urdangarin ingresó en prisión, él era el más adulto y les hizo comprender la situación, además de hacer de padre de los adolescentes. Tuvo que madurar demasiado rápido.
El joven vio como los ciudadanos insultaban a sus padres a grito de “chorizos”. Le hicieron bullying en la escuela y se quedó sin amigos al marcharse a Washington y posteriormente a Ginebra. La infanta Cristina llevó a Juan al psicólogo porque no lo pasó bien y necesitaba ayuda. A día de hoy continúa yendo a especialistas en salud mental habitualmente.
La infanta Cristina está muy preocupada por Juan Urdangarin porque ha vuelto a tener una intención de abandonar su lugar de trabajo, como hace unos meses, y no puede permitir que otro Urdangarin esté sin hacer nada. Su madre sabe que lo está pasando mal y por eso le da todo su apoyo. Se ha ido a trabajar unos días a Reino Unido para controlar a sus tres hijos, Pablo, en Barcelona, no le da muchos problemas.
