Desde que Irene Urdangarin decidió dejar Ginebra para tomarse un año sabático, la infanta Cristina ha reducido considerablemente su tiempo en Suiza. Actualmente, vive prácticamente sola en ese país, y aunque se ha especulado en ocasiones sobre la posibilidad de que esté relacionada con algún amigo cercano, estos rumores carecen de fundamento. Lo que sí ha cambiado en la vida de la infanta es que ha retomado su relación con la familia real desde que se levantaron las restricciones que le impedían aparecer públicamente junto a ellos. Ahora, vuelve a participar en algunos eventos con los Borbón. Su divorcio de Iñaki Urdangarin ya es oficial, y parece que ha decidido dejar el pasado atrás.

La infanta Cristina está muy atenta a sus hijos y los visita con frecuencia en sus diferentes lugares de residencia: Reino Unido, Barcelona y Madrid. Además, aprovecha estos viajes para pasar tiempo con sus padres. En varias ocasiones ha viajado a Abu Dabi para reunirse con su padre, el rey emérito Juan Carlos I, y en muchos de estos viajes la ha acompañado su hermana, la infanta Elena, quien se ha convertido en una figura inseparable de su progenitor. De hecho, las dos hermanas estuvieron la semana pasada junto a él en Sanxenxo. El rey Felipe VI ha pedido a sus hermanas que estén más pendientes de su padre, sobre todo tras las recientes controversias en las que ha estado envuelto debido a las fotografías de Bárbara Rey.

reina Sofía

La infanta Cristina, más próxima a la reina Sofía, máxima preocupación 

Mientras que la infanta Elena mantiene una relación muy cercana con Juan Carlos, la infanta Cristina se ha inclinado más hacia su madre, la reina Sofía. Madre e hija han compartido muchos momentos, y en varias ocasiones se ha visto a Cristina en Madrid, e incluso entrando en el palacio de la Zarzuela. Los tres hijos del matrimonio real están especialmente preocupados por el estado de salud de Sofía. A sus 85 años, la reina se encuentra en una situación delicada. Aunque sigue involucrada en los compromisos oficiales de la corona, le gustaría poder fallecer manteniendo su título de reina. Sin embargo, su salud ha comenzado a afectarle de manera más visible. En esta semana, Felipe VI le ha asignado hasta tres compromisos, pero en cada uno de ellos se la ha visto notablemente fatigada. La reina no parece estar en condiciones de mantener el ritmo de actividades que se le exige, y, al igual que el verano pasado en Palma de Mallorca, ha vuelto a tener un percance al subir al estrado en uno de los eventos.

Además, en algunos actos públicos se ha notado que Sofía tiene dificultades para hablar con claridad, e incluso ha tenido problemas de memoria, olvidando algunas partes del texto que debía leer. La movilidad y la memoria de la reina Sofía han sufrido un deterioro en los últimos meses, lo que ha generado preocupación en su entorno. Este declive en su salud podría estar relacionado con las noticias trágicas que ha enfrentado en los últimos años, como la muerte de su hermano Constantino de Grecia y la enfermedad de su hermana Irene, quien ya no la reconoce. También ha tenido que despedirse de dos sobrinos de Juan Carlos I, así como de su peluquero de confianza, quien la había acompañado durante más de cuatro décadas.

La infanta Cristina ha mantenido varias reuniones públicas con el rey Felipe VI en al menos tres ocasiones recientemente, y ahora se sabe que uno de los principales temas de conversación en esos encuentros ha sido el estado de salud de la reina Sofía.

Infanta Cristina i Reina Sofia EFE