La infanta Cristina no ha querido poner las cosas fáciles a Iñaki Urdangarin en el proceso de divorcio. Se sintió humillada y traicionada tras la revelación de la fotografía que destapaba una supuesta infidelidad, y es que aunque no habían anunciado una separación oficial, la relación entre el exduque de Palma y la hija de Juan Carlos I estaba rota. El exjugador de balonmano quiso aprovecharse de los Borbón por no haberle salvado del ingreso en prisión, mantiene que él no es el único que debió pagar por el caso Nóos, pero no se culpó a nadie más. El emérito le pidió que guardase silencio y aceptase la condena, le prometió que se beneficiaría de ello en el futuro.
El exduque de Palma recibió dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, y 25.000 euros todos los meses hasta el fin de sus días. Puede vivir como un rey a costa de la corona, todo a cambio de su silencio. La infanta Cristina no quería darle ni un euro, si incluso tenía una cláusula en la que le prohibió al guipuzcoana presentar a sus cuatro hijos a Ainhoa Armentia.
Una vez que se firmó el divorcio, esa cláusula quedó inservible. Iñaki Urdangarin se encargó personalmente de que Ainhoa Armentia conociese a sus cuatro hijos para integrarla en la familia. La llevó a Barcelona para conocer a Pablo, a Reino Unido para ver a Juan, a Ginebra para conocer a Miguel y a Camboya, donde estaba Irene Urdangarin realizando un voluntariado.
Irene Urdangarin quiere volver a casa con la infanta Cristina
No todos han hecho las mismas migas con ella. Mientras Pablo y Miguel han sido los más permisivos, Miguel e Irene, especialmente, no la pueden ni ver. Esta Navidad marca la primera desde que Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón formalizaron su divorcio, y también la primera en la que ya no existen restricciones que impidan a Iñaki reunirse con sus cuatro hijos. Por este motivo, aprovechó la ocasión para invitar a los jóvenes a pasar unos días en su nueva residencia en Vitoria, donde también visitaron a su abuela Claire. Aunque la cena prometía ser un éxito, el resultado fue completamente distinto. El ambiente estuvo cargado de tensión. Los hijos de la infanta Cristina no aceptan a la nueva pareja de su padre, especialmente Juan e Irene. De hecho, la menor de la familia asistió a la cena, pero se marchó en cuanto terminó, lamentándolo mucho por su abuela, ya que no soportaba la situación. Además, no mantiene relación con los hijos de la abogada.
Sin lugar a dudas, esta ha sido la peor Navidad para Ainhoa Armentia, quien se enfrenta a los serios problemas que persisten en su relación con Iñaki Urdangarin. A pesar de que al exduque de Palma le llevó más de un año ganarse la confianza de los hijos de Ainhoa, ellos no conviven con la pareja. Por su parte, la abogada no ha logrado integrarse en la dinámica familiar de los Urdangarin.
Irene Urdangarin llamó de urgencia a la infanta Cristina, en plena madrugada, para que la fuese a buscar e irse de vacaciones con ella y sus abuelos. No aguantaba ni un minuto más con su padre y su pareja. La hija de Juan Carlos I cogió el primer vuelo a Vitoria.