El matrimonio de Felipe y Letizia parece estar completamente deteriorado, según varios expertos en la Casa Real, entre ellos Jaime Peñafiel. Aunque no existen pruebas concretas, es innegable que la familia ha experimentado una profunda fractura durante la última década. La crisis se desencadenó con el caso Nóos, que llevó a Iñaki Urdangarin a prisión y a la infanta Cristina en el banquillo de los acusados. Ante las controversias que involucraban a Juan Carlos I, la actual reina instó a su esposo a renunciar al trono paterno. En ese momento, asumieron el liderazgo de la corona española, una medida considerada esencial dada la decadencia del exmonarca y el descontento público hacia la institución.
Letizia estaba decidida a evitar el fin de la monarquía y cualquier posibilidad de exilio para su familia. También se aseguró de que Leonor siguiera siendo la heredera al trono. Su ambición se tradujo en un esfuerzo sostenido durante casi una década. La reina logró desvincularse por completo del linaje Borbón, y Felipe VI mantuvo una escasa conexión con su familia.
En el ámbito público, raramente se les ve juntos, y en privado evitan a toda costa los encuentros familiares. Esta semana, no asistirán al cumpleaños de la infanta Elena, al igual que hicieron en la graduación de Irene Urdangarin. La única relación cercana de Felipe es con la reina Sofía, su principal apoyo. Se sabe que mantiene conversaciones por videollamada con Juan Carlos cuando Letizia no está presente, pero su relación con las hermanas es distante.
En 2013, se les retiraron todas sus funciones institucionales y la asignación que recibían de los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, ninguna de las hermanas lo necesita, ya que cuentan con ingresos suficientes de sus respectivos trabajos. Cristina recibe alrededor de 400,000 euros anuales, mientras que Elena percibe aproximadamente 300,000 euros anuales.
Felipe y Letizia no quieren a la infanta Cristina en Zarzuela, venganza
En varias ocasiones, Felipe ha tenido desacuerdos con sus hermanas respecto a sus padres. Elena y Cristina consideran que ha expuesto a la familia a humillaciones innecesarias y sostienen firmemente a Juan Carlos y Sofía, criticando las decisiones de Letizia y creyendo que su hermano está influenciado por ella.
Con la llegada de la Navidad, la infanta Cristina planeaba instalarse en Madrid, pero no en Zarzuela como inicialmente tenía pensado. A pesar de su deseo de quedarse en el palacio con la reina Sofía e Irene de Grecia, Felipe se lo ha prohibido, recordándole que Zarzuela no es un hotel de cinco estrellas. Por lo tanto, Cristina ha tenido que buscar alojamiento en un hotel durante su estancia en Madrid por el cumpleaños de la infanta Elena. Felipe y Letizia desean evitar que su presencia afecte negativamente a la imagen de la corona, como indicó 'Monarquía Confidencial'.
Letizia no quiere que ningún familiar de los Borbón se quede en Zarzuela, y mucho menos la infanta Cristina, quien aún no ha hecho oficial su divorcio con Iñaki Urdangarin, la peor pesadilla de Casa Real junto a Juan Carlos I.