Victoria Federica continúa con su apretada agenda, llena de citas donde básicamente no pega un sello. ¿Trabajar? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién? Esta palabra es una absoluta desconocida en el vocabulario de la princesita holgazana, no ha currado ni por equivocación. Ahora bien, no para. Que si un viaje de placer para jorobar a su prima y su tía, que si me cuelo en un photocall, que si un desparrame, una corrida de toros, un desfile, un yate, un piti y un patinete, un morreo con carabina o una cena de lujo donde lo que menos importa es la propia cena. Esta última actividad es la que lleva en la portada la revista Diez Minutos, y gracias a la cual hemos descubierto la nueva adquisición de la presunta influencer: un chico muy conocido en la juerga madrileña. Un pijo malote, vaya. Entre ellos hay química, cuando menos al tipo se le ve muy dispuesto. Un galán, qué delicadeza. Algo querrá. Quizás la pedrea de la herencia del abuelo Juancar. Sí, somos malpensados.

Este proyecto de yerno de la infanta Elena es la gran novedad del currículum de la joven de 23 años. Lo hemos visto con el dj viejoven Jorge Bárcenas, con el torero corneado Gonzalo Caballero, el piloto de motos catalán Albert Arenas y, de manera intermitente a la vez que intensa, con otro maltratador de animales, el peruano Roca Rey. Nada ha cuajado, por el motivo que sea. La constancia nunca ha sido uno de sus puntos fuertes, se acaba aburriendo. Eso cuando no son ellos los que acaban hasta el moño de la criatura, claro. Veremos si de esta aventurita retratada en las revistas del corazón sale algo de provecho y Elena coloca a la niña, o si es un trofeo de caza más de la Marichalar.

 

A la infanta, sin embargo, siempre le quedará una bala en la recámara. Si el émulo de Froilán le sale rana, cosa que ni cotiza en las casas de apuestas, hay una alternativa a la desesperada: un aristócrata portugués. Un príncipe sin corona, uno que no reinará nunca, por mucho que los pocos monárquicos de aquel país tengan sueños húmedos sobre la reinstauración. Hablamos de Alfonso de Braganza, tiene 27 años, y algunos se han liado bastante tras la visita de Vic a una competición de Moto GP hace unos meses. Especialmente, un sector de la prensa portuguesa, que también quiere colocar a la criatura. El programa 'Y Ahora Sonsoles', sin embargo, ha pinchado el globo: "Ni siquiera se conocen". Tampoco es que Alfonso tenga buen cartel: "Le llaman el príncipe bombero, porque es muy serio y aburrido".

La posibilidad remota de lío entre la tarambana borbona y el mueble narcótico braganzo es más una cuestión de fe que de la más pequeña verosimilitud: "Vic sería la novia ideal porque al príncipe Alfonso le falta algo de vida y creen que esas dos personalidades tan dispares podrían hacer que el uno equilibre al otro. Es una fantasía emparentar en la corona portuguesa con la española, que es muy popular allí", explica el digital Informalia haciendo palmas. Imaginación al poder. Pero de hechos reales, ninguno. Elena continuará soltera y sin yernos. Como mucho, tendrá una nuera, Mar Torres. El tema de Vic es mucho más complicado. Sufrirán.

Froilán, Elena y Victoria Federica efe
Froilán, Elena y Victoria Federica / GTRES