Como se ha ido comprobando en los últimos años, los familiares del Rey Padre son tan mundanos como el resto de los mortales. Con problemas, tentaciones, privaciones y hasta adicciones. Y aunque la Familia Real se ha encargado de establecer una distancia con la ciudadanía y los medios, hay detalles que terminan saliendo a la luz inevitablemente. Una de las hijas de los eméritos mantuvo en secreto una adicción por más de dos décadas. Se trata de la infanta Elena, quien parece haberle traspasado el mismo problema a su hija.
Cada década tiene sus propias tendencias, complejidades y movimientos vanguardistas. Eso es indiscutible. Una de las cosas que tienen todas en común es la afición por el cigarro, una moda que la infanta Elena tampoco pudo evitar. En el pasado, ciertos actores de Hollywood ejercieron una potente seducción en escenas de los clásicos que ahora va por cuenta de los influencers. No todos los artistas del Internet son conocidos por los adultos, pero sí serían reconocidos por cientos de jóvenes. Estos fuman y vapean con total normalidad, provocando una serie de reacciones en cadena. Y aunque la hermana de Felipe VI vivió otra época, no podemos evitar comparar la realidad de hace algunos años y notar que sigue siendo el problema actual.
Durante gran parte de su vida adulta, la que fuera duquesa de Lugo luchó contra la adicción al tabaco. Fumó desde los 20 hasta los 43 años, sin pausas. Todo empezó como una experiencia más, hasta que llegó al punto de fumar varias veces al día a escondidas. Cuando llevaba una vida pública era más complicado, pues aparecía constantemente en las revistas del corazón. Pese a que esta costumbre ya quedó en el pasado, ahora es Victoria Federica la que no puede dejarla.
La infanta Elena lucha contra el tabaquismo de Victoria Federica
Mucho antes del cumpleaños 18 de Victoria Federica, su comportamiento ya era cuestionado en los medios de comunicación. Ahora, con 23 años, su popularidad como modelo e influencer no deja de crecer. Sin embargo, su parentesco con el rey de España y el nivel de proyección mediática no han influido en su forma de pensar y desenvolverse. Una de las mayores pruebas está en que es una fumadora habitual y no se esconde.
Elena de Borbón está preocupada por la salud de su hija. Sabe por experiencia propia que el tabaquismo no deja nada bueno. En realidad, resta años de vida, vitalidad, energía y belleza. Esos años no se pueden volver a ganar y, al final, lo que queda es el arrepentimiento. Su pequeña ahora está enganchada al tabaco y, seguramente, lamenta el mal ejemplo que le ha dado.
La hermana de Froilán no tiene la mejor relación con la prensa, hasta se ha tapado el rostro para entorpecer las tomas de los paparazzi. No obstante, ha sido capturada sin mayor oposición en entornos festivos fumando. Sin nada más que una mirada apreciativa, ha continuado en lo suyo y así lleva algún tiempo.
Además de la infanta Elena y Victoria Federica, la reina Sofía también ha sido una fanática de la nicotina. Según se ve, los Borbones comparten más de un rasgo característico.