Froilán ha logrado eclipsar a Victoria Federica, pero ésta tampoco se ha quedado atrás con su actitud. La hija de la infanta Elena ha revolucionado a Casa Real, y a su madre, con quien a pesar de volver a vivir juntas mantienen una tensa relación. La joven ni estudia ni trabaja, ni ganas. Ha logrado hacerse un disimulado hueco en el mundo de las redes sociales, se ha olvidado por completo de su apellido, para lo que quiere, y lo ha explotado al máximo. Asesorada por su padre, Jaime de Marichalar, Vic ha logrado colarse en las pasarelas de moda más importantes de Europa y ha concedido varias entrevistas en revistas de moda.

Victoria Federica está dispuesta a dedicarse plenamente a las redes sociales. No le importa que la tachen de influencer. Es capaz de cualquier cosa para destacar. Desde hace varios meses se habla de sus retoques estéticos. Desde que decidió convertirse en un personaje público, muchos se han fijado del cambio de actitud de la joven, pero también el físico.

Victoria Federica con un amigo

Desde hace un par de años Victoria Federica está siendo asesorada por su padre, todo un entendido en moda y estilo, pero no solo ha cambiado en elegancia y seguridad. La hermana de Froilán cobra 3.000 euros por cada aparición pública.

La colección de retoques estéticos de Victoria Federica 

El programa de radio de Federico Losantos habló de las posibles operaciones estéticas de la joven. Desde que ingresa miles de euros, ella misma habría decidido pasar por quirófano para mejorar su imagen y acabar con algunos complejos. Aseguran que se ha aumentado los pómulos y los labios, además ha mejorado la línea de la mandíbula.

Victoria Federica EFE

‘Sálvame’ también se ha hecho eco del importante cambio físico de la nieta de Juan Carlos I. En el programa de Telecinco se han percatado de otros cambios. Una elevación de la cola de la ceja, una nariz más elevada, relleno de pómulos, aumento de labios y una mejora en el ángulo de la mandíbula.

En todos estos retoques estéticos y algún que otro capricho como limpiezas de cutis, masajes, entre otros, se habría gastado hasta 30.000 euros. Más o menos lo que ingresaría en un buen mes de eventos. No obstante, la infanta Elena siempre ha estado ahí para cubrir sus necesidades.