La infanta Elena ha pasado como un ciclón por Sevilla. Vaya agenda la suya, llena de compromisos e invitaciones a varios actos. La hermana del rey fue una de las invitadas VIP a la juerga flamenca de Eugenia Martínez de Irujo en honor de Hillary Clinton. Un 'Bievenido Mr.Marshall' en pleno 2024, con Los del Río o David Bisbal regalando su arte de manera... peculiar, dejémoslo así. La mayor de los hermanos Borbón y Grecia, íntima de la hija de la difunta duquesa de Alba, no se lo quería perder por nada del mundo. Era el colofón perfecto a la semana sevillana, después de pasar a inaugurar un acontecimiento muy importante para el sector de la moda flamenca en la capital de Andalucía: la SIMOF.
La Semana Internacional de la Moda Flamenca contó con la madre de Froilán y Victoria Federica como encargada de cortar la cinta protocolaria, junto al presidente de Andalucía Juanma Moreno. Con todos los honores, vaya. El ofrecimiento llegó a cargo de la directora del evento, la exmodelo, exmiss y expresentadora Raquel Revuelta. También le regalaron una mantilla, para que no se marchara de allí con las manos vacías. Fenomenal. Lo que no sabíamos, sin embargo, es que podría tratarse de una especie de compensación por haber armado un escándalo entre dos empresas. Elena rompió la neutralidad borbónica, haciendo la puñeta a otra pasarela flamenca que siempre se celebra en estas fechas. O en otras palabras: SIMOF cambió las suyas para contraprogramar. Como Telecinco con Antena 3, y viceversa. Además, con fichaje de campanillas. Juego sucio.
La veterana periodista del corazón Marisol Yagüe explica en 'LOC' la guerra que ha desatado la hija de Juan Carlos y Sofía al aceptar la invitación. Es ella quien pregunta "¿tiene sentido que estos días coincidan en Sevilla dos pasarelas de moda flamenca?" Por una parte, la ciudad tenía el 'We Love Flamenco' de la modelo y empresaria Laura Sánchez, que utiliza como escenario un emblema de la ciudad del Guadalquivir, el hotel Alfonso XIII. La SIMOF de Revuelta se apuntaba al mismo carro, convocando en el Palacio de Congresos de la capital con una potencia y soporte público mucho más notorio. "Los dos eventos coinciden y hasta se han solapado durante unos días, despistando a la prensa y al público. Una competición absurda que perjudica al sector. La rivalidad se traduce también en cuánta cara famosa sienta cada una de ellas a pie de pasarela". Y aquí viene el problema. Real y real.
Yagüe explica que son pasarelas con público objetivo diferente, una más juvenil, inclusiva y conectada con nuestros días; mientras que la segunda es solemne y recargada. No hace falta que compitan, pero incluso entre hermanos y hermanas flamencos se tratan a patadas. El resultado es que uno ha fagocitado al otro. Lo ha masticado y lo ha escupido. Con una royal involucrada: "Han conseguido a la Infanta Elena como madrina de su inauguración, rompiendo así la obligada neutralidad de la realeza cuando hay dos competidoras en liza". La SIMOF es establishment, cargándose el esfuerzo y la ilusión de círculos menos pomposos y sin contactos en las esferas de poder. Cómplice de competencia desleal. Qué feo, Elena.