La infanta Elena se ha reconciliado con Felipe VI, y los tres hermanos se han dejado ver juntos en varias ocasiones, pero no es realmente una reconciliación. Simplemente han aparcado sus diferencias por un motivo importante. Los tres están muy preocupados por la salud de sus mayores. Tanto Juan Carlos como la reina Sofía, incluso la tía Irene, son muy mayores y cualquier día pueden comunicar una mala noticia. A la corona se le abren muchos frentes. Por un lado, el emérito debería vivir más cerca de España por si en algún momento sucede algo de gravedad. Sería una deshonra que falleciese fuera de su país. La reina Sofía debe renunciar a la institución para que pueda descansar sus últimos años de vida y no terminar su vinculación con la corona por la puerta de atrás, y la tía Pecu está muy mal.
En los últimos meses Zarzuela se ha convertido en un hotel de lujo. Felipe y Letizia han expulsado a todos los familiares del recinto en la última década, pero en los últimos meses les han permitido entrar como uno más, y es que la situación es delicada. Es una forma para que la reina Sofía e Irene estén acompañadas y reciban visitas constantemente.
Los hijos de la reina Sofía se reúnen para tomar una decisión
La reina Sofía está muy triste por la situación en casa. Hace dos años perdió a su hermano Constantino y ahora ve como su hermana Irene se consume y no se acuerda absolutamente de nada. Son sus nietos y sus hijas quienes le están brindando calor en estos momentos tan complicados para que no se venga a abajo.
La infanta Cristina se habría comprado un piso en Barcelona para vivir de forma más frecuente en España. Parece que las relaciones con su hermano ya no son tan tensas, habrían aparcado sus diferencias ahora que se ha divorciado definitivamente con Iñaki y le habrían hecho un hueco en la familia. La madre de Irene, Miguel, Pablo y Juan quiere estar cerca de Zarzuela porque se teme lo peor.
La infanta Cristina vive en Madrid y sus viajes a palacio son más frecuentes. Cada semana acude un mínimo de dos veces a Zarzuela. Se queda toda la tarde con la reina Sofía e Irene. Fuentes cercanas a palacio reconocen que ambas están delicadas, especialmente la tía Pecu. En sus últimas apariciones se la pudo ver en silla de ruedas, con el rostro demacrado y la mirada perdida. Ya no se acuerda de nada y la emérita llora desconsoladamente. La situación es insostenible.