La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Una fiel defensora del reinado de Juan Carlos I y muy crítica con Felipe VI por algunas de sus acciones durante su reinado. Aunque lloró durante la proclamación de su hermano como rey de España, cree que no era el momento de obligar al emérito a abdicar, pero mucho menos exiliarle de España, a miles de kilómetros. Para ella fue una humillación pública totalmente inmerecida. El monarca tenía que garantizar la estabilidad de la corona y el futuro de Leonor, y después de las fechorías de Juan Carlos y su mala imagen en España, era la mejor decisión, por mucho que se pusiese en contra a sus hermanas.
Desde 2014, los reyes han seguido una estrategia muy clara para salvar la corona, alejar a los Borbón de ella. Poco a poco ese apellido ha ido desapareciendo. De hecho, Leonor aprueba con nota ante los ciudadanos porque ya no tiene nada que ver con la familia del rey. Ni tan siquiera con Juan Carlos. Desde los primeros años como reyes, no hay ni una sola fotografía pública del exmonarca con Leonor y Sofía. La imagen de la princesa y la infanta ha mejorado notablemente. Ya nadie las asocia con ese desastroso reinado.
La infanta Elena culpa a Letizia de las humillaciones a Juan Carlos y Sofía
La infanta Elena nunca ha tenido buena relación con Letizia porque cree que ella está detrás de todos los desplantes de Felipe VI. Según la madre de Froilán y Victoria Federica, a su hermano nunca se le hubiese ocurrido por sí solo tomar ninguna de esas decisiones. La reina es la culpable de todos los males familiares, algo que también piensa Juan Carlos.
El pasado miércoles 19 de junio fue un día clave para la corona española. Se celebró el X aniversario de la proclamación de Felipe VI como rey de España. Solo la actual Casa Real estuvo presente en el evento. Felipe, Letizia, Leonor y Sofía. Ni un solo Borbón, a excepción del rey, el protagonista del día. Juan Carlos y Sofía expresaron su deseo de acudir al acto, pero ni uno ni otro apareció.
La reina Sofía todavía pertenece a la corona en el papel de emérita, cumple con algunas funciones dentro de la institución y debería haber asistido al acto, así lo cree la infanta Elena, que ha visto la tristeza en los ojos de su madre. Le ha dejado muy claro a Felipe VI que se ha equivocado una vez más. También con Juan Carlos. Cree que de aquello han pasado muchos años y es momento de olvidar y pasar página, era un momento crucial para cerrar las heridas y recomponer a la familia de nuevo, pero el emérito no volverá a pisar Zarzuela.