Se puede decir que el verano no ha sido para la reina emérita Sofía como ella esperaba. Ha sido uno de los periodos veraniegos más tristes para la madre del rey Felipe VI, que ahora se plantea qué hacer cuando termine la época estival.
Sofía tenía muchas esperanzas puestas en este verano. Sobre todo cuando se dio la posibilidad de reunir de nuevo a toda la familia en Marivent. Tal y como publicó Vanitatis, estaba prevista la visita de las infantas Elena y Cristina junto a sus respectivos hijos al palacio de Mallorca, coincidiendo con la estancia del rey Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se daba la posibilidad de repetir la foto que se tomaron todos juntos hace cinco años, en el 80 cumpleaños de la emérita. Se dijo incluso que podría hacer acto de presencia el rey emérito Juan Carlos I. Era una última oportunidad para seguir sintiéndose importante en la monarquía.
Un verano muy triste para la reina emérita Sofía
Pero nada de nada. Ni Juan Carlos, ni las infantas, ni sus nietos. Nadie pasó por Marivent mientras estuvieron Felipe y Letizia. La reina emérita se quedó sin su reunión familiar. Y cada vez quedan menos oportunidades para que eso ocurra.
Ahora, después de que los reyes y sus hijas hayan abandonado Mallorca, es la infanta Elena la que se encuentra en la isla balear haciendo compañía a su madre. Y aunque la hija mayor de los eméritos tiene su propio pabellón en los dominios de Marivent, donde tiene total independencia, es muy posible que pase estos días en palacio junto a su madre.
Sofía, a punto de cerrar una etapa
Mientras tanto, muestra apoyo a Sofía en los difíciles momentos que atraviesa. Y es que Sofía ha perdido buena parte de su felicidad dados los hechos que han ocurrido en los últimos años. Ni siquiera se ha ido de compras por Mallorca, como solía hacer cada vez que iba a Marivent.
Un apoyo que Elena mantendrá tome la decisión que tome su madre en el futuro. Porque la emérita sabe que se cerrará una etapa cuando su nieta Leonor jure la constitución este otoño. Un evento que simbolizará un cambio de generación. Su trabajo en la casa real estará hecho. Todo queda en manos de su hijo y su heredera, mientras ella pasa a un segundo plano.
Una nueva era en la que estará apartada completamente de la vida pública, que se plantea pasar en la Zarzuela, en Marivent o repartir sus estancias entre sus otros dos lugares favoritos del mundo: Londres y Grecia.