La infanta Elena ha intentado, en los últimos años, mantener un perfil bajo tras ser apartada de sus funciones institucionales. Sin embargo, sus salidas nocturnas en locales de flamenco en Madrid han despertado un aluvión de comentarios, especialmente cuando sus noches de diversión se descontrolan. La hija mayor del rey emérito Juan Carlos I, conocida por su carácter discreto, protagonizó recientemente una escena bochornosa que ha dado mucho de qué hablar.

Según testigos presenciales, la infanta acudió a un exclusivo local de flamenco en la capital para disfrutar de una velada entre amigos. La música, el ambiente festivo y unas copas de más hicieron que la hermana del rey Felipe VI se relajara demasiado, hasta el punto de perder la compostura. Su entusiasmo la llevó a subirse al escenario, donde, visiblemente afectada por el consumo de alcohol, intentó seguir el ritmo de los bailaores sin éxito, provocando sorpresa y risas incómodas entre los asistentes.

Victoria Federica y la infanta Elena  / GTRES
Victoria Federica y la infanta Elena / GTRES

Un espectáculo poco digno de la realeza

El comportamiento de la infanta Elena no pasó desapercibido. Mientras algunos clientes del local la miraban con asombro, otros sacaban sus móviles para inmortalizar el momento. Fue en ese preciso instante cuando sus escoltas, alarmados por la situación, decidieron actuar para evitar que imágenes comprometedoras llegaran a la prensa. La intervención de su equipo de seguridad fue inmediata y tajante: la sacaron del local por la puerta de atrás para evitar un escándalo mayor.

Los testigos aseguran que la infanta no estaba en condiciones de salir por su propio pie, lo que obligó a sus acompañantes a sujetarla mientras abandonaba el lugar. La escena no tardó en generar rumores sobre su estado y sobre el verdadero motivo de su aparente descontrol. ¿Simple diversión o un problema mayor?

infanta Elena
infanta Elena

Fiestas, copas y una imagen cuestionada

No es la primera vez que la infanta Elena protagoniza una situación incómoda en la vida nocturna madrileña. Aunque mantiene una imagen seria y discreta en su día a día, quienes la conocen afirman que disfruta de la diversión sin restricciones cuando sale con amigos. De hecho, los ruidos y fiestas en su lujoso piso de Madrid han sido motivo de quejas entre los vecinos, quienes han manifestado su malestar por la actividad nocturna de la aristócrata y su círculo cercano.

Con un sueldo anual de 300.000 euros por su labor en la Fundación Mapfre, la infanta lleva una vida cómoda y sin preocupaciones económicas. Sin embargo, sus recientes salidas y el escándalo de su última noche madrileña han encendido las alarmas dentro de la Casa Real. La preocupación no solo radica en la imagen de la infanta, sino en el peligro de que, en un descuido, pueda revelar información delicada sobre la Familia Real tras unas copas de más.

Este episodio ha generado revuelo en Zarzuela, donde ya se habla de la posibilidad de que Elena reciba un serio aviso para moderar su comportamiento en público. Aunque no ocupa un papel central en la institución, cualquier acción suya repercute en la imagen de la monarquía, especialmente en un momento donde la familia real intenta mantener estabilidad tras múltiples polémicas.