Juan Carlos y Felipe se han vuelto a encontrar. Un encuentro fugaz, breve, casi imprevisto, en medio de un aeropuerto, el de Vitoria. El padre, porque iba a hacerse el chequeo médico habitual con su doctor de cabecera. El hijo, porque iba a un acto oficial a San Sebastián y el mal tiempo obligó a parar el avión en la capital alavesa. El emérito y el actual monarca no tienen demasiada prisa por verse, especialmente por parte de hijo a padre, con su mujer Letizia comiéndole la oreja y que quiere a su suegro cuánto más lejos, mejor.
Desde que el rey le dio la patada a su antecesor con destino Abu Dhabi, donde no moleste, lejos de la monarquía española y de los españoles, y que no manche más la institución con sus hechos reprobables, que la relación entre los dos no es la misma. Desde que lo hicieron marcharse, Juan Carlos se ha hecho la víctima y no ha parado de decir a su entorno más próximo que quiere volver a España, y más que lo querrá cuando empiece a chirriar de verdad y esté más cerca de su final. Pero cada nuevo intento del emérito ha recibido la negativa de Felipe y Letizia. Ahora, sin embargo, la cosa podría cambiar.
Después de la visita médica, Juan Carlos irá hacia Sanxenxo, a ver a sus amigotes y a navegar... Cosa que quiere que sea el pan nuestro de cada día. Según explica Monarquía Confidencial, de fuentes del entorno de Juan Carlos, el Borbón quiere plantearle a su hijo esta posibilidad: "don Juan Carlos se ha planteado hacerse con una residencia propia en la zona de Sanxenxo, y de hecho ha pedido ayuda para buscar una vivienda que reúna condiciones adecuadas: que sea una zona tranquila y que se aisle de los medios informativos. Incluso se han citado algunos chalets de la zona como posibles elecciones, la impresión es que, más que comprar, lo que don Juan Carlos podría hacer es alquilarla".
Felipe continúa empeñado en que su padre se esté en los Emiratos Árabes, que no estorbe el día a día monárquico, de ahí que lo que está haciendo su hermana no le guste ni un pelo. Todo lo contrario. Según revelan fuentes de su entorno a la mencionada publicación, "la infanta Elena estaría ayudando a su padre a buscar residencia en Madrid, concretamente en La Florida. Un barrio residencial conocido por ser hogar de políticos españoles, como su amigo Adolfo Suárez, y de empresarios". La infanta, pues, que de espaldas a su hermano, y rey, estaría haciendo todo lo posible para traer y establecer a papi en la capital española, bien cerca de Felipe y de Letizia: “Buscar vivienda en Sanxenxo no supone mucha dificultad, pero una residencia en Madrid es preferente en los deseos de don Juan Carlos”... Unos deseos que chocan de cara con los de Felipe y Letizia.