El resurgir de la infanta Elena. La hermana de Felipe vuelve a la institución de forma casi anecdótica. Como favor personal, el rey le ha pedido que presida un acto y que acuda a la boda de unos íntimos amigos de ellos. Como Letizia está empeñada en que ni ellos ni sus hijas pueden relacionarse con nadie de los Borbones, cancelan muchos compromisos personales, aunque les duela.
El pasado fin de semana Elena representó a la corona en la boda de Casilda Treviño y Eduardo Revuelta de Pedrero en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en Mazarambroz en Toledo, una muestra del gran cariño existente entre ambas familias.
Todas las cámaras se percataron en la misteriosa compañía de la infanta Elena. A la salida de la iglesia, tras la ceremonia, se la pudo ver en compañía de un misterioso hombre de identidad desconocida. La madre de Victoria y Froilán aparecía muy sonriente y feliz, no es la primera vez que se la ve en compañía de un hombre. Hace unos meses también estuvo en una velada hablando animadamente con el ex de Ágatha Ruiz de la Prada.
La infanta Elena no revela la identidad de su acompañante
Varios periodistas le preguntaron personalmente sobre la identidad de su acompañante pero como de costumbre no quiso responder, la relación de la infanta con la prensa no es precisamente agradable. Por ahora no hay nadie en la vida de la ex de Jaime de Marichalar. Desde que se divorció del padre de sus hijos no ha vuelto a rehacer su vida. Él tampoco, últimamente se le ha visto en compañía de una mujer en Ibiza, pero nada más serio.
La infanta Elena se centró en sus compromisos institucionales, en su trabajo y en sus hijos, que le han dado demasiados quebraderos de cabeza. En más de una ocasión se la ha relacionado con hombres. De hecho, hace años protagonizó una portada de revista del corazón con la imagen de un beso, pero no fue ni en la boca aunque lo pareció. Ella misma negó cualquier tipo de relación. Está muy bien soltera en compañía de su perro.
Sin embargo, desde que está soltera su carácter se ha agriado más. Es una persona muy seria y recta. En ningún momento ha esbozado una sonrisa a la prensa y siempre ha actuado con malas formas ante los medios de comunicación y ante el personal de seguridad. Al ser una Borbón cree que está por encima de la ley.