Hace años que la infanta Elena y Felipe VI no mantienen una buena relación, especialmente desde que el monarca decidió exiliar a Juan Carlos I a miles de kilómetros de España para alejarle del foco mediático. En aquel momento se hablaba de sus problemas fiscales y de su colección de amantes. Corinna Larsen había decidido echar por tierra su figura pública. La corona peligraba con todas esas informaciones y debían desvincularse completamente. Fue una decisión que al marido de Letizia le dolió, pero era totalmente necesaria.
En ese momento la infanta Elena se rebeló contra su hermano y culpó a Letizia de cada una de las decisiones. Cree que ha sido una humillación totalmente innecesaria a Juan Carlos I. Desde entonces ha remado siempre en contra de Felipe VI, aunque sin querer hacerle daño, pero ha cometido muchos errores.
La semana pasada, Juan Carlos I cometió un grave error al volver a situar a la Casa Real en el centro de la atención mediática. Aunque rápidamente intentaron desvincularse del asunto para evitar consecuencias, el daño ya estaba hecho. El rey emérito presentó una demanda contra Miguel Ángel Revilla por considerar vulnerado su derecho al honor. Felipe VI no comparte esta decisión y ahora ha descubierto que su padre no actuó solo: la infanta Elena estaba al tanto y lo alentó a proceder.
Miguel Ángel Revilla solía tener una gran admiración por Juan Carlos I, hasta que comenzaron a salir a la luz informaciones sobre sus supuestas amantes y presuntas irregularidades fiscales. Esta admiración se ha transformado en una gran decepción, especialmente tras recibir la semana pasada una denuncia del padre de Felipe VI, quien le exige una indemnización de 50.000 euros. En algunos de sus libros, Revilla ha sido crítico con el emérito, especialmente tras revelarse que el esposo de la reina Sofía posee fondos en paraísos fiscales.
No ha sido Revilla el único en criticar públicamente ciertas acciones de Juan Carlos I. Su imagen también se ha visto perjudicada por algunas de sus exparejas, como Bárbara Rey y Corinna Larsen, quienes nunca han enfrentado consecuencias por sus declaraciones. Con lágrimas en los ojos, Revilla se preguntaba: "¿Por qué no demanda a escritores, políticos, periodistas o antiguas amigas que han dicho lo mismo, y sí a mí?”
La infanta Elena está detrás de todas las decisiones de Juan Carlos I
De acuerdo con Informalia, ha sido la infanta Elena quien aconsejó a Juan Carlos I que tomara cartas en el asunto y respondiera con firmeza para frenar los comentarios que circulan sobre él. "Tienes que defenderte, papá, no puedes quedarte callado", le habría dicho. Resulta llamativo que el rey emérito haya seguido su consejo, considerando que nunca ha depositado plena confianza en ella. Siempre pensó que su hija no tenía las cualidades necesarias ni para reinar ni siquiera para ejercer como infanta.
Felipe VI ha descubierto que su hermana también estaba al corriente de la inminente publicación de las memorias de su padre. Ha sido conocedora y partícipe de todo el proceso. Se ha reunido incluso con la escritora francesa en varias ocasiones. Tanto en Abu Dabi como en Ginebra. Ella misma le animó a narrarlas porque cree que la historia de un monarca tan importante para España no podía quedar en el olvido.
