Al margen de los periodistas que no quisieron quedarse sin la imagen del rey emérito Juan Carlos I volviendo a España por primera vez después de su ‘exilio’ en agosto de 2020, hubo una persona que acompañó al ex jefe de Estado durante toda la estancia que protagonizó en mayo del año pasado. Fue la infanta Elena, que apenas se separó de su padre.
La infanta Elena es la hija con la que Juan Carlos mantiene mejor relación. La ex de Jaime de Marichalar está muy pendiente de su padre. Y no quiso dejarlo solo en su primera visita a España tras más de un año y medio en Abu Dabi.
Ni rastro de las infantas en Sanxenxo
Elena le esperó en el aeropuerto de Vigo, le ayudó a bajar del avión y le acompañó durante toda su estancia en Sanxenxo. No se perdió las regatas y compartió mesa con los amigos del emérito y con quienes aprovecharon para pasar un rato con el padre del rey Felipe VI.
Este año, sin embargo, no se ha visto a Elena en Vigo o en Sanxenxo. Pese a la buena relación que mantienen (fue la única que acudió a Abu Dabi a visitar a Juan Carlos en Semana Santa), la infanta no ha estado acompañando a su padre en ningún momento. Y se desconoce si lo hará en los próximos días.
La orden de Felipe VI
Lo que sí podemos asegurar es que el hecho de que la infanta Elena no haya estado con su padre tiene que ver con una petición de Felipe VI. El rey no quiere dar más bombo a la visita de su padre. Todo lo contrario. Quiere restar importancia y evitar que se convierta en un espectáculo mediático, o al menos minimizarlo al máximo. Y le ha pedido a Elena (y a Cristina) que se abstengan de acudir a Sanxenxo. Y si lo hacen, les ha exigido que no se dejen ver en público.
Elena, por su parte, desea ir a la localidad gallega y mostrar apoyo a su padre. Pero la orden de Zarzuela es clara: dejar solo a Juan Carlos con sus colegas y no significarse. En caso contrario, habrá lío. Y no será agradable.