No es ningún secreto que entre la reina Letizia y sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, no hay buen ambiente. La relación entre ellas se ha ido deteriorando a lo largo de los años a raíz del trato que la consorte ha dado a los eméritos, a sus sobrinos y al matrimonio Urdangarin a partir del caso Nóos. Y ahora un detalle ha elevado la animadversión de las hermanas del rey Felipe VI hacia la ex de Televisión Española

Después de que el rey Felipe VI y la reina Letizia cumplieran con varios compromisos reales relacionados con la princesa Leonor a lo largo del mes de octubre, tales como juramentos varios y el 18 cumpleaños de la futura reina, pusieron rumbo a Dinamarca para asistir a una cena de gala en el palacio de Christiansborg.  

La reina Letizia echa mano de la colección de joyas de la reina emérita Sofía 

El look de Letizia fue de lo que más llamó la atención. La consorte se lució con un vestido largo de gala, obra de Felipe Varela, que ya había salido a pasear en dos ocasiones anteriores. Primero, en 2015, cuando recibieron al presidente de Perú, y luego en 2017, durante el viaje real a Japón

Letizia Dinamarca efe
Letizia Dinamarca efe

Un look que la reina sazonó con la tiara de Flor de Lis de la colección de los Borbones, además de una de esas pulseras gemelas del joyero real. Pero hubo algo más: unos pendientes de zafiros muy particulares que han destatado la ira de la reina Sofía y de sus hijas.  

Resulta que la tiara y la pulsera son joyas de pasar, esas que van de reina a reina. Sin embargo, los pendientes son de la colección privada de la reina emérita Sofía. Y que los usara no ha sentado nada bien a la esposa de Juan Carlos I y a las infantas.  

Letizia dinamarca cena
Letizia dinamarca cena

Las infantas Elena y Cristina, indignadas 

La reina Sofía no le dio mucha importancia a que Letizia se pusiera la tiara o la pulsera de pasar. Tampoco puede decir nada. Pero sí le molestó ver a su nuera con sus pendientes de zafiros. 

No solo a ella. A quienes también indignó que Letizia se tomara la libertad de usar las joyas de Sofía fue a sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Que la consorte, de quien consideran que no les ha dado un trato justo desde que es reina ni a ellas ni a su madre, meta la mano en el joyero de Sofía para usar lo que le venga en gana, es considerado como una humillación. Y encima tienen que callar para no quedar como las malas de la película.