Juan Carlos I regresó a España el mes pasado para normalizar sus visitas. Su intención era “arreglar papeles”, pero finalmente se colocó en el foco mediático aunque fue discreto como prometió a Felipe y Letizia antes de coger el avión. Los periodistas David Fernández y José María Olmo estaban esperando la ocasión para publicar su libro ‘King Corp’. Entre sus páginas se desvelan los secretos más ocultos del exmonarca, la mayoría relacionados con las finanzas, aunque también se habló de la existencia de una supuesta cuarta hija ilegítima, Alejandra de Rojas.
La infanta Elena es la más afín a Juan Carlos. Siempre ha protegido a su padre y lo continúa haciendo, aunque tenga que enfrentarse a Felipe, con quien no tiene una excelente relación desde hace unos años. La hermana del rey le llamó por no emitir un comunicado por parte de Casa Real desmintiendo totalmente estas informaciones. Lo único que ha hecho es humillar tanto a su padre como a su madre.
Juan Carlos I, sin pisar un pie en España, culpable
Elena de Borbón culpa a Felipe y Letizia de todos los males de Juan Carlos I. Tenía programado un nuevo viaje a España para el 28 de mayo pero ha sido anulado por motivos obvios. El entorno del exmonarca está muy enfadado con estas filtraciones cada vez que tiene intención de pisar suelo español.
Ponen de ejemplo que solo unas horas antes de la llegada de Juan Carlos a España en abril, ‘El País’, publicó que una ONG británica había aceptado 10 millones de un fondo en Jersey vinculado al rey emérito. Contaba que el testamento de Joaquín Romero Maura legaba a una organización de ayuda a refugiados una fortuna “de origen no aclarado”.
Ya en diciembre, cuando se habló de un posible viaje por Navidad, ‘El País’ contó que diez bancos y administradores diferentes manejaron sin cuestionar su procedencia, en el paraíso fiscal de Jersey (islas del Canal), 15 millones de euros que tuvieron como beneficiario a Juan Carlos durante ocho años, todavía siendo rey.
Debido a la presión que ejercen Elena y Cristina, y a la avanzada edad del exmonarca, Felipe VI está moviendo hilos para que Juan Carlos pueda instalarse en algún lugar de España de forma discreta pero con total normalidad. Detalló en una conversación con Pedro Sánchez que el emérito “no ha sido condenado”. A día de hoy no pesa ningún cargo sobre él y puede moverse con total normalidad.