Sofía de Grecia ha sufrido humillaciones y traiciones a lo largo de su vida como monarca, primero por parte de Juan Carlos I y ahora por Felipe. La reina emérita se casó con el hijo de Juan de Borbón por obligación. Estaba enamorada de Harald de Noruega, pero el rey noruego solo la consideraba una amiga y la utilizó para desviar la atención de la prensa mientras se enamoraba de su verdadero amor, su actual esposa. Sofía se sintió traicionada por él, pero aceptó la propuesta de su madre, la reina Federica, con resignación y se casó a regañadientes con Juan Carlos. A diferencia del exmonarca, ella hizo todo lo posible por agradarle y formar una familia feliz con el tiempo. Llegó a quererle, pero él no correspondió. La boda y la interminable luna de miel fueron un completo desastre. Al llegar a Zarzuela, se estableció la norma de dormir en habitaciones separadas. Solo tenían relaciones íntimas para concebir al futuro heredero al trono. Para desgracia de ambos, los dos primeros nacimientos fueron niñas, Elena y Cristina. Felipe nació en el tercer intento, después de muchos esfuerzos. El emérito llegó a creer que alguien lo había maldecido y estuvo a punto de cambiar la Constitución para hacer reina a la infanta Elena. A partir de ese momento, dejaron de tener relaciones íntimas.
La infanta Elena traiciona a la reina Sofía
Se esperaba cualquier cosa de Juan Carlos, pero nunca de sus propias hijas. Las infantas Elena y Cristina también la han traicionado. Por ello su relación se ha enfriado, especialmente con la primera. La madre de Victoria Federica y Froilán es la más Borbón de todas y fiel defensora de Juan Carlos y su reinado. En estos años de exilio del exmonarca, Elena le ha acompañado siempre. A los Emiratos Árabes, a Ginebra, Londres o Sanxenxo. Participa con él en la regatas. Es mayor y no quiere dejarlo solo ni un solo segundo. Lógicamente, la infanta Elena se ve con la mujer que ocupa en estos momentos el corazón de Juan Carlos, la conocida Marta Gayà, otra de las mujeres que figura en la lista negra de la reina Sofía. No la puede ni ver. Sabe que están juntos, pero prefiere no pensar en ello.
Le duele mucho que sus hijos apoyen a su padre en esa relación y tengan una buena relación con la empresaria mallorquina, su principal enemiga indirectamente. La reina Sofía ha puesto a la infanta Elena entre la espada y la pared porque ella haría cualquier cosa por sus padres con tal de verles felices.