La familia real está totalmente rota. Desde que les salpicó el caso Nóos, Felipe y Letizia decidieron distanciarse por salvar la corona. Como primeras medidas, el entonces príncipe obligó a Juan Carlos a abdicar en 2014 y en 2020 le envió al exilio, en esta ocasión por petición de su mujer. Nunca más se ha podido ver una fotografía de todos juntos. Años atrás posaban en las escaleras de Zarzuela y en las de Marivent en verano, ahora ya no queda nada de eso. Los reyes hacen vidas separadas del resto con Leonor y Sofía. De hecho, la reina no quiere que sus hijas vean a sus tías o a sus primos.
Para Letizia, los hijos de la infanta Cristina son educados y respetables, no le importa que Leonor y Sofía coincidan con ellos, aunque tampoco es de su agrado por su madre, la infanta tiene demasiados problemas con Iñaki que resolver. No hay que olvidar que ella también se sentó en el banquillo en el juicio por el caso Nóos celebrado en Palma de Mallorca, aunque salió inocente gracias a las influencias de Juan Carlos. Sin embargo, no puede ni ver a Froilán y Victoria Federica.
Los dos hijos de la infanta Elena son las ovejas negras de la familia. Se comportan como cualquier mortal, sin ser conscientes del apellido que llevan a sus espaldas, para lo que quieren, ya que alguna vez lo han utilizado para envalentonarse con la policía. Los hermanos Marichalar han provocado infinidad de titulares en la prensa. Sea por sus polémicas peleas, multas o fiestas. Han acabado en internados para frenar la presión mediática y que estudiasen, pero ni una cosa ni otra.
Froilán y Victoria Federica, fuera de la foto
Victoria Federica se ha vinculado a las redes sociales con la ayuda de Jaime de Marichalar, mientras que Froilán se ha marchado a Abu Dabi, pero cada vez que pisa España se ve envuelto en un nuevo problema. El 25 de diciembre participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca, mientras que un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido, además, en las habitaciones donde estaban Froilán y sus amigos encontraron sustancias estupefacientes.
La infanta Elena está harta del trato que le dan a sus hijos desde la corona. De hecho, Felipe y Letizia ya le han comunicado que ninguno de los dos llegue a Marivent en las fechas en las que estarán ellos con sus hijas. No quieren que Leonor y Sofía se los encuentren. La hija mayor de Juan Carlos ha dicho basta y está dispuesta a romper su silencio como también lo haría Iñaki. Ella también sabe muchas cosas malas de la época de juventud de Letizia y no le importaría usarlas en su contra, como el aborto que sufrió y que el entonces príncipe tapó por petición de la princesa.
“Dos meses antes de que se anunciara su compromiso con Felipe, Letizia llamó a su primo por teléfono: 'Tienes que venir a casa, no puedo hablarlo por teléfono”, relata Faccio. Se reunieron en el pabellón del príncipe en absoluto secreto. “Tuve un aborto voluntario hace un año en la Clínica Dator de Madrid. Quiero que vayas a la clínica y limpies todos los papeles”, le habría dicho Letizia a su primo. Lo grabó todo con un grabadora, y esta conversación está en algún sitio y podría ver la luz.