La Familia Real vive tiempos convulsos. El más crítico es el matrimonio real, Felipe y Letizia, que cada vez ofrecen más muestras de un divorcio a la vista. El fin de semana el rey ha visitado a Leonor durante unas maniobras en Zaragoza y después ha pasado los dos días esquiando en Huesca, mientras de Letizia no se sabe ni asno ni bestia. El foco ha girado hacia la línea sucesoria, los que cuentan son la sangre Borbón. Ni los Marichalar, ni los Urdangarin ni los Ortiz Rocasolano cuentan para Zarzuela. Los cuatro matrimonios de Casa Real están rotos, dos divorcios (Elena y Cristina) y dos separaciones (Juan Carlos y Felipe) y si los reyes no se divorcian es precisamente por eso, por ser reyes. Pero cada uno hace su vida. Juan Carlos en Ginebra, como publicó hace 15 días EN Blau, y Felipe huyendo de Zarzuela cada fin de semana. Ya solo cuentan ellos, la familia Borbón, no la familia política. Adiós Letizia.
En los últimos tiempos se está produciendo un retorno a los Borbones. Un giro de timón para dejar atrás "el reinado de Letizia" donde ella acaparaba los focos, la atención y los titulares. El adulterio le ha costado la cabeza a Letizia. Elena fue la primera víctima de su marido, cuando denunció en el divorcio que Jaime de Marichalar consumía cocaína. Pero en los últimos dos años han estallado dos escándalos de adulterio impensables hace unos años: Iñaki Urdangarin y Letizia han puesto los cuernos a Cristina y a Felipe. Y lo que es peor: en público. Iñaki fue portada, de la mano de su amante, una administrativa vasca Ainhoa Armentia. Letizia ha sido portada, pero de la prensa extranjera por la autocensura española, por ser amante de un hombre de negocios navarro, su cuñado Jaime del Burgo. Ahora todo gira en torno a los Borbones: Juan Carlos ya no es un corrupto sino el emérito, Felipe es un estadista, Leonor es un soldado ejemplar y las infantas unas currantas que han luchado por levantar a sus hijos. Elena ha aparecido en el digital LOC comprando bricolaje en Leroy Merlin. La limpieza de imagen es descomunal. Elena dentro de la bandera de España:
Escribe el digital "La infanta Elena no es el famoso que usted esperaría encontrarse en Leroy Merlin el pasado sábado en el de la calle Raimundo Fernández Villaverde (Madrid). No iba sola, sino acompañada por su amiga Rita Allendesalazar. La hermana del rey compró un par de botecitos de pintura, cinta americana, una lija, una bombilla. Se ha animado a hacer algo de bricolaje... Pagó en metálico y ambas amigas se fueron caminando por Nuevos Ministerios". Dos aristócratas comprando material como para hacer un zulo y el detalle más extraño: pagando en metálico. En una época en que todo el mundo paga con tarjeta, se hace extraño ver a Elena abriendo el monedero y sacando billetes, si no es que tiene mucho cash en la caja fuerte de casa proveniente del lugar que todo el mundo sabe: la fortuna ilegal y no declarada de Juan Carlos.
Todo sin declarar, en B. Marca de la casa, como cuándo Letizia pidió a Felipe a gritos en una joyería que le comprara una joya "en morados", con billetes de 500. Así van los Borbones, el foco sobre ellos excepto en un detalle: Hacienda. Juan Carlos y sus dos ramas que aceptan heredarlo viven en paraísos fiscales: entre Ginebra y Abu Dhabi: el emérito, Cristina y Froilán. Por eso querrán lija, una bombilla, cinta americana y pintura. Para esconderse.