La infidelidad del rey Juan Carlos con Corinna ha provocado un terremoto sin fin. Una cosa es que engañe a la reina Sofía, pero otra que propusiera a la princesa alemana que colaborara con él en un delito de blanqueo. Las filtraciones de los audios entre ella y el excomisario Villarejo han puesto de manifiesto la presunta corrupción que habría estado haciendo el Rey. Unas afirmaciones que han llevado a la Audiencia a confirmar que iniciarán una investigación al respecto.
Con Iñaki Urdangarin en prisión y Juan Carlos investigado por la justicia, Felipe VI ve cómo la imagen de la monarquía va empeorando y empeorando. Ya hay voces pidiendo su abdicación, así como de otros diciendo que la solución es echar de la familia real al emérito.
Pase lo que pase, lo que está claro es que los Borbones pasan por su peor momento. De momento han tomado la determinación de seguir una estrategia: hacer ver que no ha pasado nada. Felipe y Letizia siguen presidiendo actos bien sonrientes, de hecho. Ahora bien, esta normalidad no cuela... Y todavía menos teniendo en cuenta que la reaparición de Juan Carlos después de esta bomba ha estado escondido en un coche durante más de una hora. La reina Sofía, por su parte, ha optado por desaparecer del mapa. Hace semanas que no la vemos en público, escondiéndose para no evidenciar el mal trago que debe estar pasando.
Muchos esperaban que la emérita se refugiara en el palacio de Marivent de Mallorca, pero todavía no se le ha visto por allí... Cosa extraña teniendo en cuenta que siempre pasa allí todo el verano. Lo que está claro, por eso, es que este verano Borbón no será como los otros. Habían dicho que este año podríamos volver a ver a toda la familia unida en una foto familiar, pero ya han dicho que los hijos Urdangarin no viajarán a la isla.
Todos los miembros de la familia están enfadados entre ellos, con lo que la expectación cada vez que podemos ver a alguien es enorme. Pero parece que ellos no son conscientes... o al menos esta es la sensación que nos ha dado al cazar a la infanta Elena en la hípica.
La primogénita de los reyes eméritos ha participado en un concurso de saltos de La Coruña, firmando un recorrido sin errores. Eso sí, la presencia de la prensa no le ha hecho nada de gracia. Durante todo el recorrido los fotógrafos han ido captando sus caras, evidenciando la tensión que está viviendo. Pero el momento más incómodo ha llegado cuando se ha enfrentado a ellos directamente.
Look asegura que la Infanta habría increpado a los tres paparazzis que se habían desplazado para captar sus primeras reacciones. Pero la única cosa con la que se han encontrado es con enfado: "¿Ya está bien, no?¡ Basta de hacer fotos!", habría estallado de malas maneras.
Visiblemente molesta, siguió violentamente: "Pero ¿por qué hacéis fotos?". Quizás todavía no es consciente de la repercusión que genera... Después de aquello, se habría quedado en el centro hípico durante un par de horas más, sin querer contestar ninguna pregunta y mirándoles enfadada. Máxima tensión entre los Borbones.