La infanta Elena no se separa de su padre. Desde que Juan Carlos I se vio en la obligación de exiliarse a los Emiratos Árabes por las polémicas que le rodearon, su hija mayor ha permanecido siempre a su lado. Ha viajado a Abu Dabi en más de 60 ocasiones en los últimos cuatro años, también le ha acompañado en sus viajes a España. Ha participado en todas las regatas junto a él. Es la que más al corriente está de su estado de salud, que cada vez es más preocupante por su avanzada edad.
Juan Carlos I ha recibido la peor noticia de los últimos años. Se somete a revisiones médicas casi mensuales con los mejores médicos. El emérito hace más de una década que arrastra serios problemas de movilidad. Está operado de las rodillas y la cadera una decena de veces sin un gran éxito. Nunca ha vuelto a ser el mismo. Se le dio la posibilidad de someterse a tratamientos de medicina regenerativa que han surtido su efecto temporalmente, pero después de tantas infiltraciones de células madre, su cuerpo ya no responde. Los médicos han sido sinceros con él y le han advertido que se quedará para siempre en silla de ruedas. Su mayor castigo. No quiere verse como un rey derrotado.
Juan Carlos I sufre episodios depresivos
Las personas más cercanas a él han alarmado a Felipe VI, incluso la infanta Elena le pide que mueva ficha ante esta situación y valore de una vez por todas traer a Juan Carlos I de vuelta a España. En tan solo unos días cumplirá los 87 años y continúa viviendo fuera de su país. Si pasase algo sería una deshonra para la corona porque tendrían que repatriar el cadáver.
La infanta Elena ha discutido con Felipe VI por su comportamiento ante la salud de Juan Carlos I. Cree que le está castigando de forma inmerecida. El emérito se hace mayor y se ve muy solo en Abu Dabi. Necesita volver a España y rodearse de los suyos, toda la pena que arrastra le está consumiendo.
Cuando Juan Carlos I está mal no quiere salir de casa. Se encierra con pestillo en una de las zonas de la casa donde cuenta con todas las comodidades. No quiere ni que entre Marta Gayà porque no quiere que se le vea como un rey derrotado. Sufre episodios depresivos por la tristeza que le invade por dentro.