El conflicto entre Juan Carlos I y Miguel Ángel Revilla ha generado una auténtica tormenta mediática, pero lo que pocos saben es que detrás de esta decisión legal se encuentra una figura clave dentro de la familia real: la infanta Elena. Lejos de mantenerse al margen, la hermana de Felipe VI ha jugado un papel determinante en la demanda que el rey emérito ha interpuesto contra el expresidente de Cantabria.

Según Juan Luis Galiacho, Elena de Borbón ha sido la principal instigadora de esta acción legal, actuando desde la sombra y aconsejando a su padre para que tomara medidas contra las declaraciones de Revilla. El detonante fue el uso de la palabra “delincuente”, un término que enfureció profundamente a la infanta, quien sigue defendiendo con uñas y dientes la imagen de su progenitor, aunque ello suponga dar el visto bueno a sus corruptelas o a las humillaciones constantes que ha sufrido su madre, al reina Sofía, por culpa del emérito.

La infanta Elena, al lado de su padre sin importar los daños colaterales

Durante una de sus habituales visitas a Abu Dabi, la madre de Froilán y Victoria Federica informó a Juan Carlos sobre los comentarios vertidos por Revilla en televisión y comenzó a movilizar recursos legales. Fue ella quien recopiló declaraciones, contactó con un prestigioso bufete de abogados y convenció al rey emérito de que este era el momento de dar un golpe sobre la mesa.

Juan Carlos y Elena / EP

Lo más llamativo de esta situación es que, según las informaciones, Felipe VI no fue informado previamente de la demanda. La decisión se tomó sin su conocimiento ni consentimiento, lo que ha generado un nuevo foco de tensión en la familia real. El actual monarca, que ha intentado distanciarse de los escándalos de su padre, no ve con buenos ojos que su hermana mayor esté promoviendo acciones que pueden afectar la estabilidad de la Corona.

La infanta Elena mueve hilos a espaldas de Felipe VI

Desde hace tiempo, se sabe que las diferencias entre Felipe VI y Elena han ido en aumento. La infanta mantiene una postura mucho más cercana a su padre, mientras que el rey ha optado por marcar distancias para proteger su reinado y el de su hija, la princesa Leonor. La demanda contra Revilla es solo un capítulo más en esta lucha de poder dentro de la familia Borbón.

La infanta Elena junto a Letizia y Felipe VI

Por su parte, Miguel Ángel Revilla ha reaccionado con indignación a la querella. Considera que Juan Carlos I ha sido mal aconsejado y ha calificado la demanda como “injusta y mezquina”. Además, ha lanzado un reto al rey emérito: que viaje a Cantabria para explicarle cara a cara por qué ha decidido llevarlo a los tribunales.