Durante mucho tiempo Elena de Borbón ha intentado mantener un perfil bajo, pero no solo por el reinado de Felipe, sino por sus hijos. Ellos han sido el verdadero quebradero de cabeza de la infanta en los últimos años. Casa Real le ha dado varios toques de atención, incluso tuvo que tomar drásticas medidas con uno de sus hijos. Froilán ha sido el más castigado.

Ninguno de los dos se le ha convertido en personas de provecho. Ni Froilán ni Victoria Federica han querido estudiar y buscar un trabajo. Son jóvenes que en España se llamarían “ni-ni”, una mal ejemplo para dos jóvenes que pertenecen a la familia Borbón. El joven ha estudiado en varios internados fuera de España, pero no ha servido de nada, ni tan siquiera para reconducir su actitud.

Infanta Elena con Tristán

Aunque ya no son dos adolescentes, sino dos adultos con todas las letras, tanto Froilán y Victoria Federica viven al margen de la ley y alejados del apellido al que pertenece su familia, por lo menos cuando les interesa porque la influencer ha utilizado mucho el apellido Borbón para conseguir sus objetivos. Siempre se ha creído más que el resto.

La infanta Elena está harta de Froilán y Victoria Federica 

Victoria Federica y la infanta Elena han vivido unos años muy complicados, especialmente en la adolescencia. La relación entre ellas siempre ha sido muy tensa, chocaban mucho por sus notables similitudes. Parecen distintas pero no lo son tanto. Ambas tienen un fuerte carácter y las dos han dado problemas a sus padres por su afición al baile y al ocio nocturno.

Como Froilán, quien también se quedaría a vivir en una discoteca. De hecho, una semana estuvo de fiesta de after en after hasta cuatro días seguidos. Mientras Victoria Federica ha aceptado participar en televisión en ‘El Desafío’, programa de Pablo Motos que pretende hacerle un lavado de imagen, Froilán no encuentra su sitio en Abu Dabi, ya lleva más de un año y tiene muchas ganas de volver a España con su familia y sus amigos. Se siente solo, a pesar del apoyo de su abuelo Juan Carlos. Se ha quedado sin trabajo y no hace absolutamente nada. Pero cada vez que vuelve a Madrid se escapa de fiesta. Es incontrolable. Es uno de sus problemas más graves en Abu Dabi. La preocupación por su hijo y la salud de su padre.

La infanta Elena ya no sabe que hacer con ninguno de los dos, han colmado su paciencia.

Victoria Federica i Infanta Elena abraçada Europa Press