Elena de Borbón se ha reunido una vez más con sus hijos y el resto de la familia. Victoria Federica vive con ella, pero Froilán lleva más de un año en los Emiratos Árabes con Juan Carlos. Ella le visita con mucha asiduidad, y el joven no se pierde ni un solo acto para volver a Madrid, su gran sueño. Ahora mismo no tiene trabajo y desea volver a casa cuanto antes. Sin embargo, todavía no se le ha dado permiso para vivir de forma permanente. En Zarzuela piensan que no debería volver nunca más. No hay una fecha, pero el hijo de Jaime de Marichalar llama en numerosas ocasiones a sus padres llorando.
La infanta Elena ha hablado en varias ocasiones con Felipe para darle una segunda oportunidad a Froilán, pero el joven no pone las cosas fáciles. Por ahora, no ha dejado de posicionarse en el foco mediático. Cruzó la línea cuando participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el barrio de Salamanca, en el centro de Madrid, la mañana del 25 de diciembre completamente ebrio. Un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal donde llevaba cuatro días de fiesta. Tenía licencia de sauna y superaba el aforo limitado. La policía encontró sustancias estupefacientes en la habitación en la que estaba Froilán con un grupo de amigos.
Froilán quiere volver a Madrid, pero la infanta Elena no puede hacer nada
Parece que Froilán no madura ni lejos de casa ni con responsabilidades. Cuando llega a Madrid se suelta la melena. El pasado sábado aterrizó en Madrid junto a Juan Carlos I para acudir a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y como su abuelo se quedó hasta el lunes, ya que asistiría a la misa funeral a Fernando Gómez-Acebo. Pero en el caso del hermano de Victoria Federica vino de empalme.
Froilán pasó todo el fin de semana de discoteca en discoteca. El joven fue uno de los últimos en marcharse de la boda del alcalde de Madrid. Acabó con toda la barra libre, y no contento con ello se marchó de after hasta las 11 de la mañana del día siguiente. Los medios de comunicación le fotografiaron a la salida de un after en Leganés. Al ver las cámaras, el hermano de Victoria Federica se subió a una furgoneta negra con los cristales tintados que le estaba esperando desde hace un rato.
Aprovechó su estancia en Madrid para ver a sus amigos y celebrar el cumpleaños de su padre, Jaime de Marichalar cumplió 61 años el pasado domingo.
La infanta Elena no tiene ninguna forma de defender a su hijo. Aunque quiere que vuelva a Madrid, esa no es la mejor actitud para conseguir ese propósito.