Tras su ruptura con Jaime de Marichalar y los problemas de éste, sumados a los de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin, Casa Real decidió apartarles para garantizar la salud de la corona. Desde entonces la infanta Elena ha intentado vivir en un segundo y discreto plano. Ahora es su hija, Victoria Federica, quien se ha convertido en toda una estrella mediática. Sin embargo, a la hija de Juan Carlos I se le han subido los humos.

Parece que la infanta Elena estaba algo malhumorada. Los reporteros se acercaron a ella y esta se enfadó cuando le llamaron “Elena”. Les recordó que para referirse a ella con educación hay que llamarla “Doña Elena”. De esta forma quiere dejar claro que ella sigue siendo alguien importante y que no hay que tratarla con confianza.

La infanta Elena tiene serios problemas con sus hijos y su padre. Froilán no para de darle disgustos, siempre en el foco mediático, aunque ahora es su hija la que está en boca de todos por su popularidad como influencer. Por otro lado, está muy preocupada con la salud de Juan Carlos I, no quiere que esté en el exilio, y es algo que ya le ha dejado claro a Felipe VI. La primogénita de Juan Carlos I dijo "yo ya estoy acabada", ante los micrófonos de los reporteros.

La infanta Elena está enfadada con todos los problemas familiares 

Curiosamente, tal y como adelantó Informalia, la infanta Elena se reencontró el pasado jueves en el cumpleaños de Ira de Furstenberg en el palacio de Liria con su ex marido y los dos se ignoraron. Ni tan siquiera se saludaron de forma cordial, como si nunca se hubiesen conocido.

Infanta Elena

La hermana de Felipe VI vive los problemas de otra manera, le afectan mucho más, y últimamente la Casa Real no vive uno de sus mejores momentos. También está el inminente divorcio de la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin. Se involucra mucho con los problemas de los demás y se desvive con sus hermanos. Su padre es su máxima prioridad junto a sus dos hijos.

Sin embargo, la infanta Elena ha sido duramente criticada por esta actitud frente a los periodistas. Da muy mala imagen. Como dato, aunque la madre de Victoria Federica no forme parte de la Familia Real sigue llevando escoltas que se pagan con dinero público.