La familia Borbón está completamente rota. Desde hace una década se dividió en dos partes claramente diferenciadas. Felipe y Letizia se distanciaron de los Borbón para salvar la imagen de la corona que pendía de un hilo. Las infantas Elena y Cristina se aliaron con Juan Carlos I y la reina Sofía en su defensa. La más dura con su hermano ha sido la mayor, la madre de Victoria Federica y Froilán cree que se ha humillado a su progenitor sin merecerlo, su exilio es totalmente injustificado.

Elena de Borbón lo pasó realmente mal cuando Felipe VI comunicó a la familia la decisión de exiliar a Juan Carlos I a Abu Dabi, a miles de kilómetros de España. Ella visitaba a sus padres cada día en Zarzuela, aunque sabía que el matrimonio de ambos estaba completamente roto, siempre los ha apoyado. Ha sido una fiel defensora del reinado del emérito. Padre e hija están muy unidos. En estos últimos años ella es quien siempre le ha acompañado. Le ha visitado en más de 60 ocasiones y le ha acompañado en todas sus visitas a España, participa con él en las regatas. Ella misma ofreció su casa, recién reformada para personas con problemas de movilidad, para cuidarle.

Juan Carlos y la infanta Elena GTRES
Juan Carlos y la infanta Elena / GTRES

La infanta Elena está preocupada por su padre. Le visitó a finales de año y se quedó con él hasta el día de su cumpleaños, aunque lo celebró con sus familiares y amigos, sus gestos y sus ojos denotaban tristeza. El emérito no es feliz a miles de kilómetros de su familia. Y menos ahora que le han dado el peor de los diagnósticos, aún ni puede creérselo.

La infanta Elena se está viendo afectada por los problemas de Juan Carlos I 

Juan Carlos I se ha sometido durante estos últimos años a tratamientos de medicina regenerativa con gran eficacia. Cada vez que llegaba a España se ponía en las manos de sus médicos de confianza para que nadie le viese en silla de ruedas, con ese tratamiento disminuía sus dolores. Pero después de tantas sesiones su cuerpo ya no responde y los especialistas le han comunicado que se quedará para siempre en silla de ruedas.

Esta noticia ha generado un episodio de depresión en Juan Carlos I, que se ha visto como un rey derrotado y ve que su final está cada vez más cerca, ya no es aquel hombre tan poderoso.

Algunos amigos de la infanta Elena están preocupados por ella porque los problemas de su padre le están afectando. La notan mucho más triste que de costumbre y ella no es así, es una mujer muy alegre. El pasado jueves, mientras paseaba al perro por la zona de su vivienda iba con la cabeza cabizbaja, con la mirada perdida, como pensativa. Deambulaba por Madrid perdida. Algunas personas la llamaban por su nombre y no atendía a nadie. No está bien.

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Juan Carlos y la infanta Elena llegando a un restaurante / Europa Press