Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, en la Casa Real española ya se han iniciado los preparativos para una celebración que promete ser muy diferente a otros años, con la familia dividida en dos núcleos claramente separados. Según la periodista Pilar Eyre, la reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, conocida cariñosamente como "tía Pecu", disfrutarán de una velada tranquila y privada, mientras que el resto de la familia real se reunirá en el Pabellón del Príncipe para la cena principal.

El rey Felipe VI, Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, estarán presentes, aunque la tradición será modificada. En un gesto que parece buscar fortalecer los lazos con su propio entorno familiar, Letizia ha decidido ceder el lugar que tradicionalmente ocupaba Sofía a su madre, Paloma Rocasolano, y a su pareja Marcus Brandler

La infanta Elena y la reina Sofía se van de compras a Londres

Mientras tanto, en Ginebra, se celebrará una Nochebuena muy distinta. Juan Carlos I, rey emérito y alejado de los focos, pasará estas fiestas en el Hotel Four Seasons junto a su amante de años, Marta Gayá, y sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Algunos de sus nietos y sus respectivas parejas también se sumarán a la celebración.

Hotel Four Seasons de Ginebra

No obstante, algunas tradiciones navideñas ya se han llevado a cabo. Algunos miembros de la familia ya han comprado sus regalos. A la infanta Elena, por ejemplo, no le gusta dejar nada al azar. Siempre se adelanta a las fiestas para hacer sus compras, que no son pocas. En este sentido, se conoce que, durante años, la infanta se ha ido con su madre a Londres para realizar dichas compras, donde han quemado la tarjeta de crédito.

Arrasaban con la tienda en minutos

Elena ha seguido esta costumbre durante años, acompañada siempre de su madre, la reina Sofía. Juntas visitan los almacenes más exclusivos de la capital británica, como Harrods y Selfridges, donde se dejan llevar por el ajetreo navideño, comprando todo tipo de artículos, desde ropa y perfumes hasta libros infantiles. Antonio Montero, un paparazzo que las ha seguido en numerosas ocasiones, asegura que el patrón de las compras de la infanta y su madre es muy repetitivo: pasaban todo el día en las tiendas, sin hacer paradas en museos o restaurantes de moda, como otros turistas.

infanta Elena

Las facturas de estas compras navideñas solían ser elevadas. A pesar de que Elena compraba productos que no eran excesivamente exclusivos, como pañuelos de Loewe o ropa normal, la cifra total de sus adquisiciones no dejaba de sorprender a quienes las observaban. Había facturas que ascendían hasta los 40.000 euros. Esta tradición se ha mantenido a lo largo de los años, lo que demuestra la constancia y el gusto por el consumo de la infanta, incluso en tiempos de crisis económica.