La infanta Elena ha protegido en numerosas ocasiones a Juan Carlos I, lo que le ha provocado más de una discusión con Felipe VI. Es uno de los motivos principales por los que los hermanos siempre han tenido una relación tensa. La madre de Victoria Federica y Froilán está en desacuerdo con el trato al emérito. Cree que con la abdicación fue suficiente, no se le tendría que haber exiliado, ya que ha sido una deshonra. Ella intenta que su padre vuelva a España, pero parece que su hermano no está dispuesto a dar ese paso. El marido de la reina Sofía es consciente que morirá a miles de kilómetros, como un rey derrotado y solo. Y es que no dejan de crecerle las polémicas. Su historia ha sido muy larga y esos episodios oscuros no cesan.

Elena de Borbón estuvo involucrado en uno que intentó ocultar, pero finalmente llegó a los oídos de Felipe VI. Hay que rebobinar más de una década, en el declive de Juan Carlos, cuando mantenía una relación con Corinna Larsen y se marchó a cazar elefantes a Botswana, donde sufrió una aparatosa caída por la que tuvo que ser intervenido de la cadera.

Juan Carlos y la infanta Elena / GTRES

La historia la desgrana Corinna Larsen en el pódcast Corinna y el rey. Juan Carlos I celebró junto a unos amigos la caza de un gran elefante macho la noche anterior. Durante la cena, consumieron grandes cantidades de alcohol hasta agotar las reservas disponibles. El monarca emérito terminó en un estado de embriaguez tal que apenas podía mantenerse en pie.

Juan Carlos I bebía de forma incontrolable hasta no aguantarse en pie 

La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada. En un momento dado, visiblemente afectado por el alcohol, intentó regresar a su cabaña, pero perdió el equilibrio y cayó al suelo. Dos personas tuvieron que auxiliarlo, levantándolo y llevándolo hasta su cama. Sentía un intenso dolor en la cadera, pero Corinna, quien dormía profundamente, no se percató de lo ocurrido.

A la mañana siguiente, su examante quiso averiguar lo sucedido, pero el rey aseguró no recordar "nada". Dado el posible escándalo que podría generar el incidente, ni la Casa Real ni el Gobierno optaron por trasladarlo a un hospital en España.

Finalmente, al notar la gravedad de la hemorragia que ponía en peligro su vida, Corinna tomó la decisión de evacuarlo en su jet privado. Sin embargo, durante el vuelo de regreso, el rey continuó bebiendo, a pesar de la alta probabilidad de que requiriera cirugía al llegar a Madrid. Corinna intentó hacerle desistir, pero él, con firmeza, replicó: "Yo soy el rey de España y hago lo que me da la gana”.

En este caso la infanta Elena no pudo hacer nada por salvarle. Juan Carlos siempre ha tenido problemas con el alcohol.

Juan Carlos con elefante / Archivo