Desde que Juan Carlos I abandonó España en agosto de 2020 en lo que muchos describen como un "exilio" encubierto, su vida ha seguido generando interés y controversia. Aunque en su momento la salida del rey emérito fue percibida como un alejamiento definitivo de la vida pública, su regreso a escena ha sido gradual, marcando una presencia discreta pero continua. Y, aunque su residencia oficial sigue siendo en Abu Dabi, su relación con Marta Gayá, una de sus amantes más conocidas, ha reavivado rumores y despertado la atención mediática. Lo que ha sorprendido a muchos es que la infanta Elena no solo acepta esta relación, sino que ha hecho vida con total normalidad con Marta. esperaban.
En varias ocasiones, Juan Carlos I ha vuelto a España para eventos seleccionados, como regatas y celebraciones familiares, con un perfil bajo para evitar un escándalo mediático. Felipe VI y la reina Letizia han expresado su descontento con el impacto que la presencia de Juan Carlos tiene sobre la imagen de la Casa Real, lo que llevó al monarca emérito a moderar sus visitas. Aun así, estas ocasiones se han vuelto más frecuentes, a medida que Juan Carlos se ha ido adaptando a las nuevas reglas impuestas por su hijo.
Juan Carlos I mantiene lazos con Marta Gayá
Actualmente Juan Carlos divide su vida en tres lugares: Abu Dabi, Ginebra y Suiza. Y en sus estancias en Suiza, según reportaron en el programa Col·lapse de TV3, presentado por Ricard Ustrell, el emérito pasaría mucho tiempo en Suiza porque allí vive Marta Gayá. Conocida por ser una de las amantes más significativas de Juan Carlos I, habría permanecido a su lado durante años y, según estas informaciones, su relación se habría consolidado.
Lo que sorprende en todo esto es cómo la infanta Elena estaría manejando esta situación. Lejos de mostrar rechazo o incomodidad por la relación de su padre con Gayá, Elena habría decidido aceptar a Marta como parte de su vida familiar.
Elena acepta sin problemas a Marta Gayá
La infanta siempre ha sido una defensora leal de su padre, a pesar de las fechorías que él le hizo a su madre, la reina Sofía. A lo largo de los años, Elena ha mantenido una postura firme, respaldando a Juan Carlos en medio de los conflictos y desavenencias familiares, incluso cuando su hermano Felipe ha adoptado una actitud más crítica hacia el rey emérito.
A pesar de la distancia física, Elena ha demostrado su apoyo incondicional viajando regularmente a Abu Dabi y Ginebra para estar junto a su padre. Se entiende que en estas visitas, Elena no ha tenido reparo en convivir con Marta Gayá, quien parece haber sido aceptada por la infanta como una especie de segunda madre. Los lazos familiares, en este caso, han superado los escándalos y las tensiones que podrían haber surgido por las decisiones y relaciones personales de Juan Carlos.