Aunque de puertas para fuera hayan intentado aparentar perfección, no es ningún secreto que en la casa real se ocultan muchos trapos sucios. Escándalos que hemos ido conociendo a lo largo de los años, y que reflejan que también en la familia real se cuecen habas.
También los hubo en el pasado. Los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, las infantas Elena y Cristina, o el rey Felipe VI, no son los únicos que han sido protagonistas de historias dramáticas que bajan a la tierra a los miembros de la monarquía. La madre de Juan Carlos, por ejemplo, también fue víctima de los estragos de la vida. Lo reveló Pilar Eyre, cuando contó que María de las Mercedes de Borbón y Orleans había sido víctima del alcoholismo en el libro ‘María la Brava: La madre del rey: una vida apasionante de amor, deber, tragedia y sacrificio’, publicado en febrero de 2013.
Pilar Eyre revela los problemas con el alcohol de la madre de Juan Carlos I
Para Eyre, María de las Mercedes de Borbón y Orleans habría sido una gran reina. “Era una mujer valiente, moderna, muy estricta en el protocolo y una reina de los pies a la cabeza, aunque no llegara a serlo, pero sobre todo era bondadosa”, describía. Pero un episodio desafortunado dio un vuelco de 180 grados a su vida y a su corazón.
“Cuando escribes sobre su vida te das cuenta de que tuvo momentos difíciles”, empezaba Eyre sobre la abuela de Felipe. Y en este sentido, el peor momento fue la muerte de su hijo Alfonso a manos de Juan Carlos I, cuando este último le disparó involuntariamente en el cuarto de juegos, acabando con su vida al instante. “Me emocionó y me costó muchísimo escribir ese capítulo. En aquel momento se hundió”, relató Eyre. Y fue entonces cuando empezó a refugiarse en el alcohol. Algo que en la casa real siempre intentaron ocultar. “Pensé pasar por alto esos pasajes, pero decidí finalmente que para eso se hace una biografía”, señalaba.
La infanta Elena fue quien más sufrió la adicción de su abuela
Todos los miembros de la familia real lo vivieron en primera persona. En especial la infanta Elena, la mayor de los nietos de María de las Mercedes. Ella era la más consciente de los pequeños de la familia de lo que ocurría. Principalmente durante los primeros años. De hecho, era ella quién más pendiente estaba de Sofía, quien se hizo cargo de su suegra, mientras Juan Carlos estaba por ahí haciendo de las suyas. Quizás no quería lidiar con lo que sus juegos habían generado. Más tarde, Cristina y Felipe también fueron conscientes de ello.
Contaba Pilar Eyre que se tomaron medidas para que superase esta adicción. “Se oyeron voces: Este problema hay que atajarlo. No es vicio sino enfermedad”, explicaba la cronista. “Estaba prohibido comprar alcohol en Villa Giralda (…) Pero al final era inevitable. Se descubrió: las botellas entraban camufladas dentro de los libros”. Fue entonces cuando el doctor López Ibor, uno de los consejeros de Juan Carlos I, le recomendó ingresarla de inmediata.
“Casi no he logrado conocer más detalles. Y no porque la situación fuera un secreto, pero los que la vivieron se cierran en banda, en un pacto de silencio hermético e inexpugnable. Nadie ha hablado. Fueron unos meses, años incluso, que quizá todos prefirieron olvidar”, concluía Eyre sobre el asunto.