La infanta Elena, conocida por su estilo desenfadado y poco convencional, es también una figura discreta que, según fuentes cercanas, recurre varias veces al año a una clínica de lujo para cuidar su salud y bienestar. A pesar de su apariencia despreocupada y un estilo que mezcla ropa costosa con una actitud relajada, Elena ha buscado ayuda profesional en diversas ocasiones, tanto para problemas personales como para mantener su equilibrio físico y emocional.
Uno de los centros que frecuenta de forma puntual la infanta Elena es la clínica Buchinger Wilhelmi en Marbella, un lugar exclusivo donde famosos y personalidades acuden para someterse a tratamientos de ayuno terapéutico y programas détox. Esta clínica, con más de un siglo de historia, es conocida por su enfoque único en la privación alimenticia controlada, que promueve una regeneración profunda del cuerpo y la mente.
Una necesidad recurrente tras los excesos
La hija mayor de Juan Carlos I y la reina Sofía es cliente habitual de este prestigioso centro después de fechas señaladas como el verano o las fiestas navideñas, periodos en los que suele disfrutar de ciertos excesos. Tras estas celebraciones, la madre de Froilán y Victoria Federica reserva una estancia en la clínica para recuperar su forma física y desintoxicarse.
La metodología de la clínica Buchinger Wilhelmi se centra en el ayuno terapéutico, un programa que dura aproximadamente 14 días. Durante este tiempo, los pacientes consumen únicamente caldos, zumos e infusiones durante 10 días, lo que permite al organismo purificarse.
Froilán, sospechoso de haberse sometido a los mismos tratamientos para bajar peso
Aunque este tratamiento puede sonar extremo, la clínica ofrece alternativas menos restrictivas, como dietas hipocalóricas que aportan un mínimo de 800 calorías diarias. El coste de una estancia varía según la habitación y los servicios seleccionados, oscilando entre 5.000 y 30.000 euros por las dos semanas de tratamiento.
La infanta Elena no es la única persona conocida que ha visitado esta clínica. Figuras como Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa, y Tamara Falcó son clientas habituales de este exclusivo centro. Incluso, se rumorea que su hijo, Froilán, también habría iniciado algún tipo de tratamiento relacionado con el Buchinger, aunque no existe confirmación oficial. Lo cierto es que, en los últimos años, Froilán ha mostrado un cambio físico notable, lo que alimenta las especulaciones de que podría haber seguido algún programa supervisado por esta clínica, tal vez a distancia.