Las ‘puestas de largo’ es un evento muy típico en las familias más pudientes, así como en la realeza, donde se originó esta festividad que ya se celebra en cualquier familia. Casa Real ha recibido infinidad de invitaciones para asistir a las celebraciones de los hijos de los reyes del resto de monarquías europeas, sin embargo los Borbones nunca han sido dados a esta festividad.
Los dieciocho años son una fecha muy importante para cualquier persona. Una época en la que se termina el colegio y se pasa a la universidad, a un estudio superior o se empieza a trabajar. Edad en la que crecen las responsabilidades. Las infantas Elena y Cristina nunca celebraron su ‘puesta de largo’. Cuando la hermana mayor cumplió los 20 y la mediana sopló las velas de los dieciocho pidieron a sus padres hacer una pequeña fiesta. Se organizó en el palacio de Zarzuela y estuvo amenizada por el grupo flamenco Albahaca.
La infanta Elena pidió a sus padres celebrar una fiesta por su mayoría de edad y la de su hermana
No se quiso denominar a este evento ‘puesta de largo’ porque las infantas ya habían utilizado vestidos de gala en las bodas de los hijos de los grandes duques de Luxemburgo o en la visita a España de los reyes de Suecia. Como excusa se usó el fin de la etapa escolar y la entrada a la universidad, de esta forma denominaron a la celebración “la primera fiesta de juventud de las hijas de los soberanos”. A ella acudió la familia real al completo, y algunos grandes amigos de la realeza, como los reyes de Grecia y sus primos maternos, Alexia, Pablo y Nicolás.
Ellas lucieron vestidos largos. La infanta Elena, en aquella época totalmente irreconocible, eligió para la ocasión un vestido largo azul con un escote sin tirantes en forma de corazón, adornado con un fajín verde. Su hermana Cristina lució un vestido rosa, con una falda rematada con dos rayas azules y fucsias.
La infanta Elena disfrutó de la jornada ya que siempre le había encantado bailar. Precisamente fue ella quien propuso a sus padres realizar esta celebración y decidieron hacerla porque estaban muy satisfechos con los resultados obtenidos por sus tres hijos.