Elena de Borbón y Jaime de Marichalar llevan 16 años divorciados. La suya fue la primera ruptura traumática de la Casa Real, un desenlace que intentaron amortiguar con aquella frase célebre de "cese temporal de la convivencia". La realidad era radicalmente diferente: la hija de Juan Carlos no quería ni respirar el mismo aire que su ex, castigado físicamente por un ictus y sobre el que se hicieron públicas revelaciones turbias: "Vida difusa, fiestas, tomaba productos," decían en Telecinco. Además, Jaime hizo cuchipandi con su enemiga número 1 en Zarzuela, Letizia. Un cóctel que acabó con Marichalar expulsado del paraíso royal. No se soportan. Lo único que le queda de aquella época son dos hijos, Froilán y Victoria Federica. Su crianza ha sido un fracaso. Su presente, un desbarajuste. Y el futuro... ay, el futuro.
La pareja atómica está de moda. No se habla de otra cosa, especialmente gracias a los últimos escándalos de Froilán. Las navajas, las reyertas, los afters, las drogas, los escoltas, las idas y venides a Abu Dabi... Está on fire. Unos méritos de prestigio incalculable según una importante revista francesa, que lo coloca en el top ten de los solteros de oro de la realeza. Delirante. Como delirante es que el joven de 24 años haya fichado por una empresa petrolera, enchufado por su abuelo y sus amigos árabes. A ver cuándo aguanta trabajando haciendo aquello que le encomienden. Seguro que no será ninguna tarea comprometida: una cosa es hacer un favor al nieto tarambana del amigo tarambana, y otra dispararse en un pie con premeditación. El circo y la vergüenza ajena continúan.
Elena poli mala, Jaime Marichalar poli bueno: encontronazo de los padres de Froilán
Froi y Vic provocan fricciones en Zarzuela, en el Ministerio del Interior, en la opinión pública... y entre sus progenitores. En este último caso la cosa acaba a gritos, con acusaciones graves. Elena culpó a Jaime de promover la vertiente influencer de su hija, la exposición mediática desmesurada y el camino hacia el abismo: "Tú tuviste la culpa". Pero claro, todo lo que rodea a Froilán hace que las peripecias de la hermana parezcan un juego de niños, una broma. Situaciones graves, alarmantes, indignas y vergonzantes, y que padre y madre analizan de formas diametralmente opuestas. Elena está detrás del destierro de su hijo, es la poli mala, mientras que Jaime es el poli bueno. La pelea entre ex es con el cuchillo entre los dientes.
Discusión a gritos y Froilán llorando para evitar que lo echaran de España
'Monarquía Confidencial' filtra la discusión a gritos entre la infanta y el aristócrata por la decisión de echarlo de España. Una conversación "dura, en la que Marichalar se pronunció en contra del viaje de su hijo a Emiratos". Atención a su argumentación, es de traca: "La cercanía y convivencia con su abuelo don Juan Carlos puede perjudicarle". Juan Carlos es mala influencia para Froilán, sensacional. Jaime, por si no tuviera bastante con esta reflexión, le espetó: "Que no se te olvide que Froilán es el cuarto en la línea de sucesión al trono de España". Esta postura paterna tiene un por qué: su hijo le había tocado la fibra sensible. Había acabado sollozando cuando la madre le comunicó el destierro. "Le llamó llorando" para intentar evitarlo. La hermana de Felipe fue inflexible. No había marcha atrás. ¿La consecuencia? La desaparición total del padre, que ni se ha despedido en persona: "Se negó a acompañarle por estar en desacuerdo con la decisión de doña Elena". Vaya serial.
Beef royal, el que más nos gusta. Continuará, seguro.