Las revelaciones de Jaime del Burgo, ex marido de Telma Ortiz, y Jaime Peñafiel, acerca de las presuntas infidelidades de la reina al rey Felipe VI han sido como un soplo de aire fresco para el rey emérito Juan Carlos I. Durante años, el padre del rey Felipe VI ha estado señalado por sus corruptelas y la forma que ha tenido de tratar a las mujeres, especialmente a la reina emérita Sofía. Precisamente lo primero es lo que le llevó al ‘exilio’ a Abu Dabi.
Sin embargo, lo de Letizia lo ha cambiado todo. Ahora, la que luchaba por mejorar la imagen de la casa real y preservar el reinado de su hija Leonor, se ha convertido en la mala de la película. Ni Juan Carlos I era tan malo, ni Letizia tan perfecta.
La presunta infidelidad de Letizia empodera al rey emérito Juan Carlos I
Este episodio ha empoderado a Juan Carlos I. Ahora Letizia ya no puede echarle nada en cara. Ni a él ni a nadie de la familia Borbón. Juan Carlos y las infantas Elena y Cristina se sienten en una posición superior.
Buena prueba de ello es la asistencia de Letizia al 60 cumpleaños de Elena, celebrado la semana pasada en un restaurante muy exclusivo de Madrid. Y es que es de sobras conocido que la reina y su cuñada no se llevan nada bien.
La infanta Elena prepara un nuevo golpe a la reina Letizia (y a Felipe VI)
Como decía Pilar Eyre, “Letizia está haciendo penitencia”. Y es que de no haber salido a la luz las informaciones de Del Burgo, ni se hubiera planteado su presencia. De hecho, hasta el coche oficial dejó a Letizia y Felipe a unos metros de la puerta del restaurante para que se dejaran ver y poder aparentar normalidad.
Pero esa “penitencia” de la que habla Eyre no ha terminado. De hecho, solo acaba de empezar. A Letizia le esperan más momentos indeseados. Y uno de ellos lo está planeando la infanta Elena. Es ella quien está invitando a diestro y siniestro a la fiesta del 86 cumpleaños de Juan Carlos que se está cociendo para el próximo 5 de enero. El evento tendrá lugar en Abu Dabi y Elena está intentando que la lista de invitados sea lo más larga posible. Una forma de demostrar que, mientras Felipe y Letizia atraviesan uno de sus peores momentos como pareja y como reyes, Juan Carlos I, a pesar de todo, mantiene un apoyo social envidiable. Y ojo, porque no está descartado que los reyes también hagan acto de presencia en la fiesta, en lo que sin duda sería un golpe aún más duro a la consorte, y también a Felipe, a quien Elena no perdona el trato que le ha dado a su padre en los últimos años.