La Casa Real británica ha reunido a todos los Borbón, a los de Grecia, y algún representante de otras monarquías. Carlos III y Camilla querían demostrar con esta misa homenaje a Constantino de Grecia, su cariño al hermano de la reina Sofía y a toda la familia, con la que tienen una gran conexión. Es una forma de pedir perdón por su ausencia al funeral celebrado en Atenas el año pasado. No obstante, el acto tuvo que estar presidido por la reina debido a la ausencia del rey que a día de hoy lucha contra un cáncer de próstata.
Letizia se reencontró una vez más con Juan Carlos, quien se sentó a su lado durante la ceremonia. Pero no fue el único enemigo con el que se encontró. En esa misa había muchas personas congregadas que no tienen una buena relación con la reina de España, o que en su momento tuvieron alguna que otra trifulca. Es el caso de Marie-Chantal Miller. La mujer de Pablo de Grecia volvió a coincidir con la reina, aunque la complicidad entre ellas brilló por su ausencia. Parece que a día de hoy aún estén distanciadas.
De amigas a enemigas, así ha sido la relación de Letizia con Marie-Chantal en los últimos años, por este motivo todos los focos estaban puestos en ambas, querían ver como actuaban en su reencuentro.
Marie-Chantal y Letizia continúan enfrentadas
Marie-Chantal no estuvo presente en el funeral que se celebró en Grecia el día de la muerte de Constantino, por este motivo no ha querido perder la oportunidad de personarse en esta misa homenaje y poder dar el pésame a la reina Sofía y a Irene de Grecia en persona. Acudió en compañía de su marido Pablo, y de sus cinco hijos. Se la pudo ver visiblemente emocionada.
Según las últimas informaciones, Letizia y Marie habrían apagado el fuego de los últimos años, no obstante, no han aprovechado este evento para cerrar las heridas del pasado. Ni una sola fotografías de ambas juntas, ni a la entrada ni a la salida. No compartieron ni un minuto de palabras. Solo se vieron unas imágenes donde los reyes saludaban a los hijos de Marie y Pablo. En cambio, Marie mostró su cercanía con las infantas Elena y Cristina, con las que habló cómodamente. Un gesto para evidenciar que las heridas del pasado no han cicatrizado.
Para entender la mala relación entre ambas hay que remontarse a 2018, en el momento en que Letizia retiró de malas formas el brazo de la reina Sofía de su hija Leonor a la salida de la Misa de Pascua. "Ninguna abuela merece ese tipo de trato (...). Está mostrando su verdadera cara”, dijo la mujer de Pablo de Grecia en ese momento.