Todo está preparado para que empiece la fiesta del rey emérito Juan Carlos I, que se va a celebrar en Abu Dabi. Cumpleaños número 86, temática Marbella y más de 100 invitados volando hacia la fiesta del año. Todo suena a lo grande. Sin embargo, la infanta Elena no se lo ha contado todo a su padre sobre la fiesta. Se guarda detalles con tal de no deslucirla.
La fiesta, que se va a celebrar en un chalet de lujo con 4.000 metros cuadrados de jardín en Al Bateen, está en el punto de mira. Juan Carlos I, el homenajeado, ha dejado claro que quiere sentirse como en casa, y para ello, ha trasladado muebles y objetos personales de Zarzuela.
La infanta Elena organiza la fiesta de cumpleaños de Juan Carlos I
Los detalles de la fiesta han sido supervisados por el rey Juan Carlos I, pero es la infanta Elena quien ha llevado la batuta de la organización. Y también es ella la que controla la lista de quién irá y quién no. Un papel que le ha obligado a mentirle a su padre.
Para la fiesta, se espera la presencia de la mencionada infanta Elena, así como de Froilán, el hijo que tiene con Jaime de Marichalar, que se encuentra residiendo en la capital de los Emiratos Árabes. Además, en esa lista de más de 100 invitados, también figuran amigos del círculo de confianza del emérito como Pedro Campos, el presidente del Manchester City, Khaldoon Al Mubarak; la empresaria Alicia Koplowitz y el exjefe de la Casa Real Fernando Almansa. Sin embargo, muchas de las personas más poderosas e icónicas de España le han dado la espalda. Al margen de los mencionados, irán Los del Río y algún que otro torero. Pero no habrá más rostros conocidos por la opinión pública. La mayoría de asistentes serán invitados de medio pelo, de esos que solo sirven para rellenar.
La infanta Elena oculta el motivo de las ausencias más sonadas en el cumpleaños de su padre
Juan Carlos I lo sabe. Él se ha encargado de enviar la mayoría de las invitaciones. Cuentan que las envió a diestro y siniestro a modo de globo sonda, con el único objetivo de tener una celebración multitudinaria y demostrar el apoyo que todavía mantiene. Y sabe más o menos quién estará presente. Lo que no sabe es la excusa que han dado los que no acudirán.
La razón de que muchos y muchas le hayan dado la espalda es que ir a la fiesta de Juan Carlos es quedar mal con Felipe VI. Y en este sentido, los poderosos saben que les interesa tener más contento al actual rey de España que al emérito. Algo que Elena no le ha contado a su padre para suavizar esas ausencias.